Perú: la incansable lucha de la activista Máxima Acuña
Las agresiones sufridas por Máxima Acuña hacen recordar lo sucedido con la también Premio Goldman y lideresa ambiental de Honduras, Berta Cáceres. Como se sabe, ella fue asesinada en marzo de este año producto de su activismo. ¿Esperamos que Máxima corra la misma suerte? ¿Qué hacen las autoridades para protegerla?
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 20 de setiembre, 2016.- La indignación por lo ocurrido con la lideresa ambiental Máxima Acuña, el pasado fin de semana, va en aumento. Y es que cada vez son más los organismos nacionales e internacionales que se están pronunciando a favor de la Premio Goldman 2016 tras la agresión sufrida el último domingo por parte del personal de la minera Yanacocha.
A nivel local, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos ha levantado su voz de protesta señalando que la compañía minera está vulnerando los principios de seguridad y derechos humanos de toda la familia Chaupe-Acuña.
Asimismo exigen al Estado peruano que proteja a Máxima Acuña dada su situación de vulnerabilidad y acoso.
En la misma línea se ha manifestado la prestigiosa organización, Amnistía Internacional (AI), que ha exigido protección para Máxima Acuña, resaltando su condición de Premio Goldman.
Este órgano se respalda en información ofrecida por la Defensoría del Pueblo, según la cual la lideresa ambiental presenta diversos golpes en el cuerpo, producto de las agresiones sufridas por parte de la minera Yanacocha.
El caso de Berta Cáceres
Como se sabe, Máxima Acuña no es la primera Premio Goldman que sufre de acoso y violencia producto de su activismo ambiental.
Uno de los casos más emblemáticos es, sin duda alguna, el de la asesinada activista hondureña, Berta Cáceres. Ella, como se recuerda, fue acribillada en marzo de este año en represalia por su lucha a favor de los pueblos indígenas.
Al igual que Máxima Acuña –quien cuenta con una medida cautelar que la protege–, Berta Cáceres también disponía de medidas de protección.
En el caso de la hondureña, estas sanciones de vigilancia habían sido emitidas incluso por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No obstante, nada pudo evitar que una mafia, aparentemente vinculada a un proyecto hidroeléctrico, la asesinara en su propia casa.
La Defensoría del Pueblo, Amnistía Internacional y diversos organismos han solicitado al Estado peruano que brinde las garantías que debería gozar la figura de Máxima Acuña ante el hostigamiento que viene viviendo desde hace algunos años por parte de la minera Yanacocha. ¿Espera la Policía Nacional que la Premio Goldman peruana corra la misma suerte que Máxima Acuña?
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