Suscribo plenamente la reflexión de Carmen Luz Gorriti, a la que debo añadir que en la otra orilla de la posición de personas como Venturo, hay esfuerzos meritorios de los que han entendido, asimilado y trabajan en la dirección opuesta, de hacer del quechua un real instrumento de comunicación para integrar, progresar y recuperar una cultura milenaria, llena de sabidurÃa y valores, creo incluso en muchos aspectos superiores a la occidental. Citaré el ejemplo de la Luz MarÃa Alvarez- Calderon Fernandini, tempranamente fallecida, una mujer valerosa, que racialmente no tenÃa nada de quechua y fundó la Universidad para el Desarrollo Andino en Huancavélica para impulsar la inclusión del hombre andino, sin renunciar a su lengua, cultura y valores, donde la lengua oficial de la enseñanza, de los profesores y alumnos, es el quechua. Los colonialistas españoles, que llegaron al extremo de sacrificar indÃgenas para arrojar las carnes de sus cuerpos mutilados a los perros, mataron sus cuerpos, pero no su cultura. Allà está concitándonos, alertándonos, invitándonos para concertar juntos una nueva sociedad, donde el quechua y el castellano, sean lenguas con la misma estatura, con la misma responsabilidad y con el mismo desafÃo, y si en esta fraternal interacción la primera llegara a recuperar el sitial que tuvo en el Tahuantinsuyo, en buena hora. Esta tarea de reivindicación, redención e integración está en sus comienzos, a pesar de los avances, pero hay un camino abierto por nuestros protointegradores, como Luz MarÃa, que nos estimula a creer en que se producirá, al fin y al cabo, un verdadero encuentro cultural.
Suscribo plenamente la reflexión de Carmen Luz Gorriti, a la que debo añadir que en la otra orilla de la posición de personas como Venturo, hay esfuerzos meritorios de los que han entendido, asimilado y trabajan en la dirección opuesta, de hacer del quechua un real instrumento de comunicación para integrar, progresar y recuperar una cultura milenaria, llena de sabidurÃa y valores, creo incluso en muchos aspectos superiores a la occidental. Citaré el ejemplo de la Luz MarÃa Alvarez- Calderon Fernandini, tempranamente fallecida, una mujer valerosa, que racialmente no tenÃa nada de quechua y fundó la Universidad para el Desarrollo Andino en Huancavélica para impulsar la inclusión del hombre andino, sin renunciar a su lengua, cultura y valores, donde la lengua oficial de la enseñanza, de los profesores y alumnos, es el quechua. Los colonialistas españoles, que llegaron al extremo de sacrificar indÃgenas para arrojar las carnes de sus cuerpos mutilados a los perros, mataron sus cuerpos, pero no su cultura. Allà está concitándonos, alertándonos, invitándonos para concertar juntos una nueva sociedad, donde el quechua y el castellano, sean lenguas con la misma estatura, con la misma responsabilidad y con el mismo desafÃo, y si en esta fraternal interacción la primera llegara a recuperar el sitial que tuvo en el Tahuantinsuyo, en buena hora. Esta tarea de reivindicación, redención e integración está en sus comienzos, a pesar de los avances, pero hay un camino abierto por nuestros protointegradores, como Luz MarÃa, que nos estimula a creer en que se producirá, al fin y al cabo, un verdadero encuentro cultural.