Lima, agosto 23, 2006.- Cuando las señoras Maria Cleofé Sumire de Conde y Hilaria Supa Huamán, juraron sus cargos de congresistas en quechua, lengua de los Incas, la Dra. Martha Hildebrant, una de sus colegas encargadas de tomarles ese juramento no pudo esconder su indignación. Tres semanas después, cuando la señora Supa habló en quechua en una de las Comisiones de trabajo y se negó a hablar en castellano, sus colegas exigieron que hable en castellano.
Esta simple historia es un ejemplo de fractura profunda de de la sociedad peruana. En 2006, cinco millones de las peruanas y peruanos hablamos quechua; setecientas mil, aimara; cuatrocientas mil, cuarenta y dos lenguas amazónicas; cerca de 19 millones hablamos castellano; y alrededor de noventa mil las cinco grandes lenguas de las colonias extranjeras (chino, italiano, japonés, judío y árabe). Cincuenta lenguas constituyen nuestra diversidad y riqueza lingüística. Ocurre que la Dra. Hildebrant es lingüista, profesora de San Marcos, con un célebre estudio sobre peruanismos y famosa por su adhesión a los regímenes dictatoriales, velasquista y fujimorista. A otros lingüistas peruanos como Inés Alberto Escobar, Inés Pozzi Scott, Alfredo Torero, Rodolfo Cerrón-Palomino, Luis Enrique López, Maggy Zúñiga y Gustavo Soliz, les habría encantado recibir a mujeres quechua hablantes con una gran sonrisa y un abrazo lleno de fraternidad, de admiración y cariño. A la Dra. Hildebrant no, a la clase política tampoco, con dos o tres excepciones.
Perú sigue siendo visto, sentido y vivido como un país limeño, español. Los llamados indios son aplaudidos cuando son parte de una tarjeta postal para turistas, cuando cantan y bailan para alegrar a presidentes extranjeros de visita, cuando acompañan a una primera dama o a un presidente de rasgos biológicos andinos como ñustas y ñustos de un Perú profundo de fantasía. Si los indígenas escapan de la tarjeta postal, reclaman sus derechos y contradicen la norma oficial, el Banco Mundial los llama conflictivos. Falta poco para que los llamen terroristas por exigir su autonomía política, por decir que el Estado Nación no sirve para nada y por defender los recursos naturales que las grandes empresas se llevan a manos llenas dejando nuestros ríos sin peces, nuestros cielos sin pájaros y nuestra tierra sin frutos. Si el ojo por ojo propuesto por Alan García se convirtiera en realidad, la clase política pediría para ellos y ellas cárcel a perpetuidad o simplemente la muerte.
Cuando hace menos de un año apareció Ollanta Humala en el horizonte político, la derecha y gran parte de la clase política (salvo contadas excepciones) tuvieron un extraordinario ataque de miedo, el mismo miedo que los herederos de Pizarro tuvieron al fundar Lima contra Cusco en 1535. En tiempos de peligro tienen miedo, mucho miedo, se esconden bajo la cama, llaman a los militares; en tiempos de calma se alían a los temibles nuevos gobernantes, los envuelven, los encantan, los engríen, los compran, los venden. Detestaron al chino Fujimori por haber sido elegido con el voto de los que amenazan el orden establecido. Pocas semanas después de su victoria se volvieron fujimoristas y siguen siéndolo hasta ahora. Con Humala tuvieron más miedo y ahora se sienten felices porque el peligro parece haber pasado. En tiempos de nueva calma, el miedo es sustituido por el olvido y el menosprecio. Los congresistas del orden establecido y el 98 % de los medios de comunicación tratan a las señoras indígenas congresistas de tu, como si fueran sirvientas, se burlan de ellas y les parece extraño que exijan traductores. Hasta un humoristas que tienen un agudo sentido crítico de la realidad como Alfredo se pone del lado de la Dra. Hildebrant y les parece ridículo que sabiendo algo de castellano prefieran hablar en quechua y contar con traductores.
A mediados del siglo XVI el clérigo Juan Ginés de Sepúlveda, fundador de la derecha peruana, escribió en su libro Tratado de justas causas en la guerra contra los indios que antes de cristianizar a los llamados indios había que humanizarlos. Esa fue la primera propuesta colonial. Luego vieron otras: cristianizar, civilizar, modernizar y, ahora, globalizar. Una parte de la clase política peruana quedó en esa primera fase del colonialismo mental. El ex congresista Florez Araos, de confesión social cristiana, los considera llamas y vicuñas. El Ciudadano norteamericano Kuszinski creen que quienes nacimos en los andes no recibimos suficiente oxígeno y por eso somos débiles mentales que no aceptamos las maravillas del TLC con Estados Unidos. Humanizar a los animales, esa es su consigna. No estamos hablando del siglo XVI sino de hoy, 2006. Porque los grandes jefes de las fuerzas armadas consideran a los indios como animales ordenaron que los torturaran, violaran y mataran. El Informe Final de la Comisión de la Verdad y el libro Muerte en el Pentagonito de Ricardo Uceda ofrecen millares de pruebas.
Hay en Perú otro crimen sin castigo. Se produce todos los días en el 80 % de las escuelas en territorios indígenas: por disposición de los presidentes de la república y sus ministros de educación se enseña a los niños indígenas el castellano como si fuera su lengua, se les desaprueba y se les culpa de no ser inteligentes, de ser indios brutos. El esfuerzo estatal por una Educación bilingüe intercultural es todavía muy pequeño.
Cuando las congresistas Sumire y Supa Huamán reclaman traductores están defendiendo el derecho de los pueblos indígenas a ser plenamente reconocidos como pueblos y como ciudadanos. Reclaman respeto y defienden su dignidad. Esta doble ciudadanía, peruana e indígena al mismo tiempo, es el reclamo de los pueblos indígenas de todo el mundo y de América, desde Canadá hasta Chile. Es el mismo grito de los zapatistas que hablan con voz de la tierra. Es el mismo grito de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, nacida en Cusco hace un mes, para exigir entre muchas otras cosas una educación intercultural bilingüe para el conjunto de la sociedad peruana.
Si la Dra Hildebrant aprendiera una lengua indígena peruana sería mucho más peruana de lo que es y la ausencia de menosprecio por los indígenas endulzaría su rostro y su voz.
Comentarios
Exactamente hay que apoyar y difundir las lenguas minoritarias y en este caso las lenguas indigenas y propias de cada territorio porque la cultura es de todos, por cada lengua muerta en el planeta perdemos muchos años de cultura.
el fenómeno de lenguas en contacto, como dirÃa Héctor Muñoz "no es, en su esencia un problema de orden estrictamente lingüÃstico" (Muñoz, 1983: 25), debido a que su solución depende de la manera en que se aborde a través de un gran proyecto polÃtico-institucional.
Es por lo anterior, que resulta una simplificación, creer que el concepto de lenguas en contacto es tan solo una confluencia de sistemas lingüÃsticos en un espacio geográfico determinado, o en términos más sencillos, una amplia variedad de instrumentos de comunicación verbal. En la matriz de este fenómeno, sociolingüÃstico por excelencia, funcionan determinaciones histórico-sociales externas que emanan del tipo de relaciones que se originan entre los distintos grupos étnicos que confluyen en un mismo territorio bajo un sistema social determinado.
Desde otra perspectiva el conocimiento sistemático de las actividades metalingüÃsticas de los hablantes, entendida para los fines de este marco teórico como capacidad y práctica interpretativa o dicho de otro modo, racionalidad pre-teórica acerca de la lengua, la comunicación social y los grupos humanos; no sólo comprende exigencias propias a cualquier objeto de investigación. Sino que además confronta la necesidad de hacer patente su impacto en el sector de la realidad social citados por las proposiciones reflexivas.
La lucha por un estado peruano plural debe ser la consiga de los verdaderos peruanos y peruanas. Sólo en este tipo de estado veremos una democracia que promueva el respeto de los derechos lingüÃsticos, culturales,educativos y de territorio.
Buenos dias,
Lo que comemta el Sr. Montoya es muy interesante y vale la pena difundirlo.
Yo dirigo una revista latina en Suiza y me encantarÃa poder publicar su articulo mencionando la fuente.
Cómo debo hacer para obtener una autorización?
Saludos cordiales,
RocÃo Diaz
La Sra. o Srta. Martha Hildebrant creo es linguista de un idioma extranjero que es el español, ¿por qué no se va a España entonces?
Un linguista del idioma quechua o aymara, sà es un peruano auténtico, no un peruano falso.
En el Perú hay muchos falsos peruanos, todos traidores.
Mariano Quispe.
hola..saludos
soy una estudiante de idimas ,me siento ingdinada que nuestro idioma quechua que ha sido propio de nuestro perù no lo consideremos y nos olvidemos que nuestros ancestros han hablado èste idioma y que ahora que se habla de valores de democracia todavia veamos tantos abusos y descriminaciòn a nuestra raza indigena y que obligemos a hablar el castellano y no su propia lengua . yo me uno a defender a estas personas .
Me doy cuenta de algo,tenemos en comun muchas cosas,a decir verdad en Mexico,y en toda america se vive lo mismo,los americanos se creen de este continente,y nosotros adoptamos el espagnol como nuestro,la verdad somos racistas con nuestra propia raza,y si no vean en la calle como tratamos de indios a quienes son ignorantes de algo,y eso esta mal,pues menospreciamos a nuestras raices,esto es por la mezcla de razas la mezcla de los espanoles que llegaron para conquistar con armas y terror,y imponer sus cosas,aun siguen presentes en nuestra sangre,por eso tenemos a veces resentimientos aun hacia nuestros indigenas,solo porque somos mestizos.yo soy del sur de mexico,y vivo lo mismo,y la culpa es de nuestra mezcla de culturas,esa es la razon! no hay mas,mezclar culturas es la muerte de una historia y la supervivencia de la otra,que no por ser la que se impone,quiere decir que sea la mejor,si no no tuvieramos el mundo que tenemos,y la raza que tenemos.gracias.
KAMISAKI JILANAK KULLKANAKA, TAQINIRUSA MA JACH'A ARUNTAWI PURT'AYATAPXTAWA.
AYMARA QUECHUANAKXAMAXA NAYRAQATAR SARANTASIPKAKIÑASAWA, PACHAXA PURISINKANIWA.
BOLIVIA SUYUTPACHA,
JILATA RUBEN www.jaqi-aru.org mant'apxama
Añadir nuevo comentario