Desde otra perspectiva el conocimiento sistemático de las actividades metalingüÃsticas de los hablantes, entendida para los fines de este marco teórico como capacidad y práctica interpretativa o dicho de otro modo, racionalidad pre-teórica acerca de la lengua, la comunicación social y los grupos humanos; no sólo comprende exigencias propias a cualquier objeto de investigación. Sino que además confronta la necesidad de hacer patente su impacto en el sector de la realidad social citados por las proposiciones reflexivas.
el fenómeno de lenguas en contacto, como dirÃa Héctor Muñoz "no es, en su esencia un problema de orden estrictamente lingüÃstico" (Muñoz, 1983: 25), debido a que su solución depende de la manera en que se aborde a través de un gran proyecto polÃtico-institucional.
Es por lo anterior, que resulta una simplificación, creer que el concepto de lenguas en contacto es tan solo una confluencia de sistemas lingüÃsticos en un espacio geográfico determinado, o en términos más sencillos, una amplia variedad de instrumentos de comunicación verbal. En la matriz de este fenómeno, sociolingüÃstico por excelencia, funcionan determinaciones histórico-sociales externas que emanan del tipo de relaciones que se originan entre los distintos grupos étnicos que confluyen en un mismo territorio bajo un sistema social determinado.
Desde otra perspectiva el conocimiento sistemático de las actividades metalingüÃsticas de los hablantes, entendida para los fines de este marco teórico como capacidad y práctica interpretativa o dicho de otro modo, racionalidad pre-teórica acerca de la lengua, la comunicación social y los grupos humanos; no sólo comprende exigencias propias a cualquier objeto de investigación. Sino que además confronta la necesidad de hacer patente su impacto en el sector de la realidad social citados por las proposiciones reflexivas.