- Brechas entre los sabios mayores y la niñez indígena se acentúa en el contexto de migración a zonas urbanas.
Servindi, 22 de febrero, 2013.- Las lenguas no existen sin sus hablantes pero tampoco se puede esperar que estos hablen su lengua si no tienen espacios para hacerlo. Así lo expresaron las integrantes del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) en un pronunciamiento emitido ayer en el marco de las celebraciones por el Día Internacional de la Lengua Materna.
Ellas demandaron la acción de los Estados para respetar y valorar la diversidad lingüística y cultural y erradicar el racismo y la discriminación que viven los pueblos originarios.
“Es especialmente importante que los Estados conviertan en realidad y lleven a la práctica los planes de la implementación de la educación intercultural bilingüe debido a que el sistema de educación sigue siendo uno de los principales ámbitos de la sustitución lingüística”, indicaron.
Para el ECMIA, los niños cuya lengua materna es un idioma originario, siguen siendo discriminados tanto en la escuela como en la educación superior. “Es inevitable que muchos jóvenes sientan vergüenza por su lengua y, a la par, de su origen”, explican.
Esta situación pondría en peligro “la transmisión intergeneracional de las lenguas originarias y, simultáneamente, la transmisión de los conocimientos ancestrales y culturales que forman un componte importante de nuestras identidades como pueblos indígenas”.
Los pueblos indígenas del mundo representan la mayor parte de la diversidad cultural del planeta. De las casi 7,000 lenguas existentes se estima que más de 4,000 son habladas por pueblos indígenas pero estas oficialmente son invisibles y están en riesgo de desaparecer, de acuerdo al Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.
El 21 de febrero de cada año se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado en 1999 por la UNESCO, para promover la diversidad lingüística y cultural y el multilingüismo.
El ECMIA es una red integrada por organizaciones indígenas en 23 países, que promueve la formación de liderazgos e incide en espacios de representación y decisión internacional, regional y nacional a fin de afianzar políticas que aseguren los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas.
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A continuación el texto completo del comunicado:
Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas
Día Internacional de la Lengua Materna
21 de febrero de 2013
Después de más de quinientos años de la represión lingüística, cultural, política y económica contra los pueblos indígenas, las lenguas originarias de las Américas se encuentran aún en peligro de desaparecer.
Los Estados, medios de comunicación y sistemas educativos difunden ideologías lingüísticas que colocan a los hablantes de las lenguas originarias en una posición inferior a la de los hablantes monolingües de lenguas dominantes como el español y el inglés.
Hablar una lengua originaria es considerado como retraso y, por tanto, sus hablantes son considerados como incapaces, no solamente en términos lingüísticos sino incapaces de pensar y expresar sus opiniones. De esta manera, la discriminación lingüística se yuxtapone con la social.
En el marco de esta jerarquización, las lenguas autóctonas se encuentran cada vez más arrinconadas en el ámbito familiar y rural. Además, en el discurso recurrente es común el que se refieran a las lenguas originarias peyorativamente como “dialectos” en vez de hablar de “idiomas” propiamente dichos. De esta manera, se invisibiliza la diversidad lingüística y cultural de nuestro continente.
Por ejemplo, pese a los avances en la educación intercultural bilingüe, los niños y los jóvenes cuya lengua materna es un idioma originario, terminan siendo objetos de burla de sus compañeros y de los mismos maestros, tanto en la escuela como en la educación superior.
Así, es inevitable que muchas/os jóvenes sientan vergüenza por su lengua y, a la par, de su origen. Como consecuencia de la discriminación, algunos padres prefieren que sus hijas/os no aprendan la lengua originaria porque esta podría perjudicar en el futuro su formación profesional.
En este contexto, se pone en peligro la transmisión intergeneracional de las lenguas originarias y, simultáneamente, la transmisión de los conocimientos ancestrales y culturales que forman un componte importante de nuestras identidades como pueblos indígenas. En algunos casos, la sustitución lingüística hace que los niños ya no puedan comunicarse con sus abuelos. Esta brecha entre generaciones se presenta aún más fuerte en el contexto de migración a las zonas urbanas.
De este modo, pese a que varias lenguas originarias ya son consideradas como idiomas oficiales, en práctica, se encuentran en una posición inferior y, en el peor de los casos, en peligro de extinción.
¿Por qué mantener la lengua materna?
La lengua materna ejerce varias funciones para sus hablantes. La lengua originaria es portadora de los conocimientos y vivencias principales de un pueblo. A través del aprendizaje de la lengua originaria como lengua materna, los niños adquieren una manera de comprender el entorno en que viven y una cosmovisión que sirve de base para el relacionamiento con el mundo.
Además, la lengua materna es el vehículo principal de socialización y medio para comunicarse con el entorno próximo. En caso de los grupos minoritarios, la lengua tiene además una relación fuerte con la identificación y cohesión grupal. Hablar una lengua originaria fortalece el sentimiento de pertenencia a la comunidad y a la familia y, a la par, vincula el pasado de un pueblo con su presente y futuro.
Llamado a la acción
El mantenimiento de las lenguas no es sólo la responsabilidad de sus hablantes sino también de los Estados. Exigimos que estos se comprometan a implementar políticas públicas para defender y promover el uso de las lenguas originarias sin discriminar a ninguna de las lenguas y sin importar la cantidad de hablantes que tengan. No es suficiente el derecho a hablar la lengua originaria sino que además el Estado promueva el que sus hablantes puedan usar su lengua materna y ser atendidos en los espacios públicos sin convertirse en objetos de burla.
Es especialmente importante que los Estados conviertan en realidad y lleven a la práctica los planes de la implementación de la educación intercultural bilingüe debido a que el sistema de educación sigue siendo uno de los principales ámbitos de la sustitución lingüística. Además, los Estados deben promover la producción cultural y la creación de medios de comunicación que transmitan información de calidad en las lenguas originarias y respetando la idiosincrasia de cada uno de los pueblos.
Compromisos en esta línea adoptados a través de instrumentos como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas no podrán ser una realidad a menos que exista una verdadera voluntad política a nivel de nuestros países.
Para erradicar el racismo y la discriminación, los Estados deben concientizar a la población en temas lingüístico-culturales a través de los medios de comunicación y el sistema educativo, y de esta manera crear un ámbito en que se respeta y valora la diversidad lingüística y cultural del país.
Las lenguas no existen sin sus hablantes pero tampoco se puede esperar que estos hablen su lengua si no tienen espacios para hacerlo.
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