Servindi, 30 de marzo, 2012.- Doscientos sesenta emberas permanecen recluidos en la cancha de fútbol de la comunidad, rodeada de cadáveres y con temor a explosivos sin detonar, debido a enfrentamientos militares.
Así lo denuncia la Organización Indígena de Antioquia (OIA) mediante un comunicado difundido desde Medellín, Colombia.
Los emberas de la comunidad de Guapa Alto, municipio de Chigorodó, resguardo de Yaberaradó, no pueden retornar a sus labores cotidianos en el campo y requieren urgente asistencia alimentaria y acompañamiento.
El combate armado entre guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los integrantes de las autodefensas gaidanistas se produjo el 27 de marzo en territorio de la comunidad indígena.
Las 51 familias afectadas huyeron del escenario como medida de autoprotección pero ahora permanecen en el campo deportivo por temor a los explosivos sin detonar regados por la comunidad.
El enfrentamiento de cuatro horas provocó escenas de terror entre los emberá quienes sufren el constante acecho de actores armados legales e ilegales que se disputan el control de territorial, denunció la OIA.
La organización sostuvo que los atropellos que sufre la población civil indígena en su propio territorio ancestral proviene tanto de la fuerza pública como de las FARC.
Las fuerzas públicas realizó bombardeos en el resguardo Guaguando, municipio Vigía del Fuerte, en respuesta a un paro armado convocado del 4 al 7 de marzo por las FARC en los departamentos de Antioquia y Chocó.
Estas acciones en Guaguando provocó el desplazamiento de veinte familias hacia la comunidad negra de Vidri, donde aún se encuentran por falta de garantías para retornar.
La OIA exigió a los actores armados el respeto a la vida, tranquilidad y autonomía, así como el cese de los hostigamientos.
Asimismo, el acompañamiento de las instituciones que velan por los derechos humanos para garantizar la atención inmediata de las familias afectadas.
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