Servindi, 19 de noviembre, 2011.- Una delegación de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), encabezada por Jaime Corisepa, presentó esta semana al gobierno central una propuesta para impulsar la minería propiamente indígena en la región.
Dicho pedido consiste en la modificación de la Ley 27651 de Formalización y Promoción de la Pequeña Minería y Minería Artesanal, la cual incentiva a terceros a realizar dichas actividades.
Mediante esta propuesta el Estado permitiría a los comuneros explotar minerales sin intromisiones, además de restituir las concesiones de empresas extractivas y dárselas.
En conversaciones con Servindi, el titular de FENAMAD indicó que los pueblos indígenas de Madre de Dios desean realizar una minería aluvial que garantice la vida y los recursos naturales.
Según Corisepa diez de las treintidós comunidades nativas son afectadas por la mala gestión de esta actividad, cuyo desarrollo en su mayoría es informal.
En declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP), aseveró que debido a ello, los indígenas se han visto obligados a incursionar en la minería para subsistir, pese a los daños al medio ambiente que provoca.
Beneficiados y afectados
Boca Inamari, San José de Karene, Barranco Chico, Puerto Luz, San Jacinto, Arazaeri, Kotsimba, Shiringayoc, Tres Islas y El Pilar son algunos de estos centro poblados que serían beneficiados con esta ley.
Asimismo, el Presidente de FENAMAD señaló que para que se desarrolle una adecuada minería tiene que haber primero una microzonificación tanto económica, territorial y ambiental en las zonas nativas.
“La idea no es que solamente nosotros lo hagamos, sino también que el gobierno apoye mediante recursos humanos, seguimiento técnico, etc”, mencionó.
Descartó además que su propuesta de minería afecte a las reservas naturales de Madre de Dios pero no descartó lo mismo para los pueblos indígenas aislados voluntariamente (PIAV), quienes están alejados de los campamentos.
Corisepa reveló que ellos se verían afectados indirectamente debido a la expansión de la actividad extractiva, la cual a su vez provoca migraciones con un crecimiento del dos o tres por ciento diarios.
“Cada vez están más adentro y van a afectar a los territorios de los aislados”, afirmó.
Otras ideas:
Entre otras propuestas de FENAMAD, se especifica que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se desarrollen en forma colectiva con los futuros concesionarios indígenas.
Estas negociaciones se darían según normas del Gobierno Regional de Madre de Dios (GOREMAD) que, junto al Ministerio del Ambiente (MINAM), asistiría a las comunidades con los estudios mencionados.
Del mismo modo, incentivó al Estado a promover y ejecutar proyectos para la recuperación de zonas degradadas, en el territorio de las comunidades nativas.
“Lo ideal sería no a la minería, pero la política del Estado no es así. Está bien, que hagan actividades extractivas pero también respeten mi autonomía (…), no nos impongas”, concluyó Corisepa.
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