Servindi, 25 de mayo, 2010.- La privatización de la cuenca del río Madera en la frontera entre Brasil y Bolivia para proyectos energéticos provocará un alto costo socio-ambiental a las poblaciones ribereñas y comunidades indígenas del lado boliviano, informaron representantes de organizaciones e instituciones de la región norte de ese país.
Según datos contenidos en el Estudio de Impacto Ambiental elaborado por la Autoridad Brasileña del Medio ambiente (IBAMA) el área de inundación llegará hasta Bolivia, lo que quiere decir que ya no habrá más variación estacional del nivel del agua.
La construcción de represas brasileñas que obedecen a un ambicioso proyecto energético del gigante amazónico rompe con tratados internacionales y coloca a las poblaciones bolivianas del norte amazónico a merced de una serie de flagelos.
Entre ellos, inundaciones, epidemias, cambio climático, pérdida de biodiversidad y decadencia de la economía agro extractivista local.
Un informe de la Plataforma Energética revela que la compensación ofrecida a los bolivianos es la misma que se ofrece a la población de Rondonia: trabajos temporales, apoyo para establecer otro enclave más de exportación de energía a una inmensa cloaca de granos, carne, minerales, y madera para abastecer los mercados del sudeste asiático.
Entre tanto, son muchos los impactos de este proyecto que provoca la desvalorización de los acuerdos internacionales y regionales suscritos por el Brasil, además de afectar directamente a las poblaciones de la frontera.
La creciente demanda de energía de Brasil esta provocando un alto costo socio-ambiental en países como Perú y Bolivia en donde el impacto ambiéntal por estos proyectos energéticos es grave y afectaría a las comunidades indígenas y poblaciones ribereñas.
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