Survival, 31 de mayo, 2010.- La construcción de dos enormes presas en el Amazonas brasileño amenazan con destruir a varios grupos de indígenas no contactados.
La presas de San Antonio y Jirau se están construyendo sobre el río Madera, junto al territorio de indígenas no contactados que desconocen que gran parte de sus tierras van a ser destruidas.
Una expedición reciente de la FUNAI, el departamento de asuntos indígenas del Gobierno brasileño, confirmó que hay indígenas no contactados que viven y cazan en las zonas afectadas por las presas.
Hay al menos cuatro grupos de indígenas aislados en el área donde se ubica el proyecto de las presas, dos de ellos conocidos como los mujica nava y los indígenas no contactados jacareuba/katawixi.
El proyecto de presas traerá consigo nuevas carreteras y una afluencia enorme de foráneos, lo que destruirá rápidamente la selva de los indígenas.
Los foráneos también traerán consigo enfermedades como la gripe y el sarampión, frente a las que los indígenas tienen poca inmunidad.
Cualquier forma de contacto entre los pueblos indígenas no contactados y las personas de fuera es extremadamente peligroso para la salud de los indígenas y podría provocar la muerte de muchos de ellos, como ya ha ocurrido con frecuencia en el pasado.
El informe de la FUNAI revela que el ruido provocado por la construcción de la presa probablemente ya haya obligado a algunos indígenas no contactados a abandonar su tierra y desplazarse hacia un territorio donde los mineros operan ilegalmente y donde la malaria y la hepatitis son habituales.
Además de amenazar a los indígenas no contactados, las presas causarán daños a otros pueblos indígenas que viven en la zona. No fueron debidamente consultados sobre las presas antes de que comenzasen los trabajos de construcción.
Domingos Parintintin del pueblo indígena parintintin ha declarado: “Nuestra tierra aún es virgen. Esperamos que este proyecto no continúe, porque nuestros hijos serán los que sufran. No habrá suficiente pesca o animales para cazar”.
La empresa francesa GDF Suez, que está participada por el Gobierno francés, está construyendo la presa de Jirau.
Una coalición de ONG, entre las que se encuentran Survival, Kaninde, Amigos da Terra – Amazônia Brasileira, International Rivers y Amazon Watch, ha protestado ante las autoridades brasileñas y GDF Suez y ha pedido que se paralice la construcción de las presas.
Recientemente un accionista de GDF Suez preguntó al presidente de la empresa, Gérard Mestrallet, acerca de los indígenas no contactados en las cercanías de la presa Jirau durante la Junta General de Accionistas.
Mestrallet declaró que el presidente Lula apoya la presa y que, “si alguien sabe lo que es bueno para la población brasileña y al mismo tiempo puede reflexionar sobre la preservación de los indígenas locales, ése es ciertamente el presidente Lula”.
Por su parte, el portavoz del pueblo indígena kayapó, Megaron Txucarramae, manifestó recientemente que “Lula ha demostrado ser el enemigo número uno de los indígenas”, después de que el presidente dijera que la controvertida presa de Belo Monte en el río Xingu seguiría adelante a pesar de la enorme oposición.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “La construcción de las presas de San Antonio y Jirau debe suspenderse. Si no ocurre así, muchos indígenas verán sus tierras invadidas y sus recursos naturales saqueados."
"Los grupos no contactados podrían ser diezmados o incluso erradicados. El Gobierno brasileño será responsable de tal desastre” señaló Corry.
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