Pese a avances importantes se sigue fallando en la operatividad, revela una de las conclusiones de la investigación impulsada por Servindi y la Aidesep, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert.
Servindi, 30 de noviembre, 2020.- ¿Están siendo escuchadas las propuestas y aportes de las mujeres indígenas en las políticas climáticas nacionales? ¿Los enfoques de género e interculturalidad, adoptados por el Estado en sus políticas públicas, están asegurando una participación más efectiva de las mujeres?
Para evaluar esta aplicación se realizó el estudio "Cuánto hemos avanzado en la implementación de mecanismos climáticos en favor de las mujeres. Casos Plan de Acción en Género y Cambio Climático (PAGCC) y Programa Nacional de Conservación de Bosques (PNCB), y el enfoque de género".
El estudio se presentó durante el evento público virtual "Mujeres Indígenas en la Agenda Climática: Avances y desafíos", realizado el 27 de noviembre, siendo realizado por la investigadora Carolina Pinedo.
Aquí se halló que respecto a la aplicación del enfoque de género en el PNCB, a nivel institucional, se asume que la adopción del enfoque por el Estado no supone una intervención diferenciada para mujeres y hombres en la operatividad, es decir, que no se ve como una necesidad.
Esto trae como consecuencia la priorizacion del trabajo con un solo grupo, por ejemplo juntas directivas o comités mayoritariamente conformados por varones, reveló Pinedo.
Respecto a los servidores públicos, estos no consideran al enfoque de género por diversos motivos como machismo o una cultura patriarcal.
Esto genera la negación de la desigualdad, dejándose de lado las afectaciones diferenciadas que ocasiona el cambio climático entre mujeres y hombres, dificultando concretar estrategias para contar con una participación más equitativa.
Igualmente, existe una resignación frente al sistema de planificación –tolerándose las brechas respecto a los enfoques transversales como género e interculturalidad–, sin haber mayores esfuerzos, habiendo dos tendencias, según Pinedo.
Una es la de los servidores que sí conocen de los enfoques y los consideran importantes para la sostenibilidad social.
Y otra donde los servidores se apegan al supuesto de que si la comunidad aprueba por mayoría algo es porque todos estuvieron de acuerdo, lo cual no necesariamente refleja las necesidades diferenciadas.
Con respecto al PAGCC, la investigadora afirmó que tiene limitaciones de institucionalidad, además de ser no vinculante y carecer de monitoreo y seguimiento.
Sin embargo, como oportunidad está siendo incorporado en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC).
Pinedo destacó que si bien hay normativas suficientes desde el Estado, sus instrumentos y capacidades son aún una brecha.
Por ello recomendó que para superar estas brechas económicas y sociales se debe dejar de tener una mirada hegemónica y homogénea del territorio.
Aportes de panel especializado
Los resultados fueron comentados por panelistas como Jessica Huertas, de la Dirección General de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente (Minam) y Cecilia Cabello, jefa del Área de Gestión de Incentivos para la Conservación del Bosque, del PNGB.
Asimismo, estuvo Maria Pía Molero, ex viceministra de la Mujer; María de Pilar Saenz, de la Fundación Friedrich Ebert (FES) y Delfina Catip, directiva nacional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).
Huertas saludó el análisis expuesto como un aporte y una crítica constructiva para mejorar el accionar del Estado y asumir cambios.
Asimismo, advirtió que la evaluación de los avances respecto al enfoque de género muchas veces terminan reduciéndose a lo cuantitativo, perdiéndose así el espíritu del enfoque.
Remarcó además que los monitoreos al enfoque de género no deben ser sólo desde el Estado sino también desde la sociedad civil y las organizaciones indígenas.
De otro lado, la ex viceministra de la Mujer, Maria Pía Molero sostuvo que dicho enfoque en planes y proyectos debe desarrollarse desde la visión de sus propias actoras, entendiéndose desde las dinámicas sociales de las comunidades y territorios.
Por su parte, Cecilia Cabello, del PNCB, destacó la importancia del espacio de discusión y que se haya tomado como base las experiencia de las Transferencias Directas Condicionadas (TDC) para mejorar.
"Hay un compromiso de incluir el tema de género y de interculturalidad", afirmó respecto a su sector.
Violencia estructural
"La falta de participación de las mujeres también es parte de una violencia estructural", afirmó María del Pilar Saenz, representante de la FES.
Asimismo, explicó que la interseccionalidad debe abarcar al género, la interculturalidad y otras formas de diversidades.
Consideró que hay una tarea pendiente respecto a la discusión de las masculinidades entre los pueblos indígenas, y que hay un desafío dentro de las estructuras organizativas respecto al ejercicio de poder.
De otro lado, felicitó la investigación afirmando que "se necesitan cada vez más estudios específicos en el tema", y destacó el esfuerzo del Programa Mujer de impulsar estos procesos.
La posición de Aidesep
"Como mujeres indígenas buscamos que nuestras propuestas sean escuchadas y efectivas en diferentes procesos. El enfoque de género tiene que ser transversalizado en los procesos climáticos como en otros", afirmó Rocilda Nunta, responsable técnica del Programa Mujer y también expositora en el evento.
Nunta Guimaraes exhortó ante las funcionarias para que el estudio expuesto "sea recogido, efectivo y trabajado por los ministerios, así como por las municipalidades y gobiernos regionales".
"Queremos más respuestas claras desde las autoridades del Estado, como por ejemplo en el tema de PAGCC, que generó muchas expectativas", recordó.
Asimismo, enfatizó la necesidad del acceso a financiamiento y fondos climáticos para las mujeres indígenas.
Por su parte Delfina Catip, dirigenta nacional de la Aidesep, insistió en la necesidad de contar con profesionales que conozcan el enfoque de género, intercultural e intergeneracional, así como las lenguas nativas para el caso de las TDC u otros mecanismos.
En medio de avances y desafíos, las brechas que aún separan a las mujeres indígenas de una participación plena en la gestión climática y otros procesos continúan siendo un desafío que exige abordarse desde distintos frentes.
"Hay avances importantes en documentos como el PAGCC pero aún estamos fallando en las operatividad. No basta que el Estado asuma este reto en solitario sino también con las organizaciones indígenas y la sociedad civil", sostuvo la investigadora Carolina Pinedo.
"Los enfoques de género como de interseccionalidad son aún conceptos jóvenes que tienen que ver ahora más con voluntades", finalizó.
Acerca la investigación
Este y otros estudios especializados vienen siendo impulsados por Servindi y la Aidesep, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert. La investigación estuvo a cargo de la especialista Carolina Pinedo.
Asimismo, la organización del evento público estuvo a cargo de Servindi y la FES.
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El deber de las organizaciones indígenas es velar por el cumplimiento de este tipo de documentos y propiciar que más #MujeresIndígenas desarrollen conciencia de género. pic.twitter.com/YL9meRmYRm
— Servindi (@Servindi) November 23, 2020
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