Glencore tiene una importante presencia en el Perú. Sus inversiones, de acuerdo con la propia información corporativa, incluyen una participación accionaria del 33.7% en Antamina; de 23% en Volcan; la operación de la cuprífera Antapaccay, en Cusco; y de Los Quenuales, con yacimientos en Lima y Áncash.
Por IDL-Reporteros
25 de mayo, 2022.- La megacorporación Glencore se declaró culpable de múltiples casos de corrupción en el mundo a lo largo de varios años y se comprometió a pagar multas a los gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido y Brasil por un monto cercano a los 1,500 millones de dólares.
Ese monto coloca a Glencore en el notorio ranking histórico de las 10 corporaciones más multadas desde la puesta en vigencia de la Ley contra Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act), de acuerdo con la publicación especializada The FCPA Blog, que reportó la noticia hoy [ayer] martes 24.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, que anunció hoy el acuerdo de culpabilidad de Glencore, nombrará inspectores independientes para que vigilen la aplicación de reformas profundas en busca de integridad en Glencore.
Las inspecciones durarán tres años, al cabo de los cuales — como ha sucedido en virtualmente todos los acuerdos previos —, el Departamento de Justicia determinará si se han logrado o no esos objetivos.
A juzgar por lo dicho hoy, el camino será largo. En la conferencia de prensa, según el FCPA Blog, el Fiscal Damian Williams, del Distrito Sur de Nueva York, sostuvo que: “el soborno fue parte integral de la cultura corporativa” de Glencore.
Publicación del caso en FCPA blog (captura).
Glencore tiene una importante presencia en el Perú. Sus inversiones, de acuerdo con la propia información corporativa, incluyen una participación accionaria del 33.7% en Antamina; de 23% en Volcan; la operación de la cuprífera Antapaccay, en Cusco; y de Los Quenuales, con yacimientos en Lima y Áncash.
Tiene además el almacén y planta de mezcla en el Callao; y también es accionista (con el 30%) de Transportadora Callao, de “transporte y embarque para concentrados minerales” en el Callao.
Junto con ello, Glencore tiene –y esa fue su actividad original antes de la fusión con la minera Xstrata en 2013– oficinas financieras (Inversiones República S.A.) y de comercialización (Glencore Perú S.A. y Glencore Lima Trading S.A.) en Lima.
Hasta el momento, no se han revelado casos de corrupción en el Perú dentro de los acuerdos de reconocimiento de culpabilidad. Hay, sin embargo, investigaciones anticorrupción concurrentes en Holanda y Suiza, cuyos resultados no son todavía conocidos, de acuerdo con el despacho publicado hoy por el Financial Times.
Web de Glencore Perú (captura).
La autoridad anticorrupción corporativa del Reino Unido, The Serious Fraud Office, presentó cargos contra el subsidiario de Glencore en Inglaterra por siete casos de coimas y corrupción en varios países africanos, según el reportaje del Financial Times.
El mismo despacho indica que Glencore pagará mil millones de dólares al gobierno de Estados Unidos; y 40 millones a Brasil. Además pagará una cantidad aún no definida al Reino Unido.
Las investigaciones anticorrupción contra Glencore, iniciadas en Estados Unidos bajo el mandato de la FCPA, llevaron varios años pero tomaron un carácter público desde 2018, cuando los fiscales ordenaron a la corporación proveerles información específica.
El resto del proceso siguió el guión conocido en la mayor parte de las grandes investigaciones por corrupción corporativa de la FCPA: la corporación reconoce ser investigada ante sus accionistas, señala su disposición a colaborar; se produce un cambio de liderazgo corporativo; se inician las negociaciones de reconocimiento de culpa; se separan las previsiones financieras de los montos calculados de multa y, finalmente, se reconoce la culpa y se expresa un contrito propósito de enmienda.
Dado el actual auge del precio y la demanda de materias primas, ni la admisión de culpa ni la discreta humillación corporativa parecen haber tenido efecto sobre la cotización de sus acciones. Pero las consecuencias de la mega investigación han sido, sin duda, una buena noticia que contrapesa los contrastes y retrocesos en el ámbito de la lucha mundial, y peruana, contra la corrupción.
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