Wilman Caichihua Robles
2 de julio, 2018.- El 29 de junio del 2004, después de 35 años de su fallecimiento, José María Arguedas, como fue su deseo, había regresado a su tierra natal, luego de una serie de obstáculos en las gestiones para el traslado de sus restos mortales hacia Andahuaylas.
Ya son 14 años que está en un mausoleo especial en Andahuaylas-Apurímac; pero olvidado por las autoridades responsables de promover la lectura obligatoria de las obras de Arguedas. Deberíamos todos los apurimeños, cada 29 de junio, realizar una peregrinación cultural masiva hacia su tumba donde podamos expresarle nuestra gratitud con canciones y harawis como él quería.
En Andahuaylas la Universidad Nacional José María Arguedas (UNAJMA) fue la única institución que realizó algunas actividades, mientras en Abancay, sólo un programa radial (La escuela del Aire) recordó éste día con la presencia del músico y arguedianista Wilber Tamayo (Wiltamaro) quien dijo que fue una acción valiente de los andahuaylinos de lograr que se traslade los restos mortales a su tierra natal.
Arguedas, por más de 34 años estuvo enterrado en el cementerio El Ángel, pero la tumba estaba muy descuidada y abandonada, Nelly Arguedas hermana del maestro era la única que pagaba por el mantenimiento del nicho y el Club Andahuaylas algunas veces realizaba actividades para visibilizar al Tayta Arguedas.
Una fervorosa multitud acompañó el cortejo fúnebre del Hamawta J.M Arguedas.
Según cuentan los gestores del retorno de Arguedas, que el punto de partida fue la lectura de una carta donde el Hamawta había dejado escrito su deseo de volver a su tierra después de muerto: “He tratado de vivir para servir a los demás me voy o me iré a la tierra en que nací y procuraré morir allí de inmediato, que me canten en quechua cada cierto tiempo, donde quiera que se me haya enterrado, en Andahuaylas”.
El Club Andahuaylas encabezado por Marcial Gutiérrez comenzaron con los trámites ante la beneficencia pública, la hermana Nelly Arguedas había autorizado notarialmente la exhumación y el traslado, a pesar de la oposición de la viuda Sybila Arredondo, intelectuales y medios de comunicación de la capital Lima.
En Andahuaylas la comisión dirigida por el profesor y escritor Luis Rivas y el pintor Alejandro Galindo, fueron quienes movilizaron al pueblo, organizaciones sociales y centros culturales para la llegada secreta de Arguedas a Andahuaylas el 29 de junio, puesto que en Lima los opositores decían que habían secuestrado al maestro Arguedas y que merecían ser denunciados.
Ante esta alerta, los restos mortales de nuestro insigne escritor fue escondido durante tres días sin que nadie supiera donde se encontraba, así con el apoyo incluso de algunos policías llegó el día previsto y su recibimiento en Andahuaylas fue apoteósico y multitudinario.
El pueblo andino acompaña el cortejo fúnebre de Arguedas
Esta es una de las acciones reivindicativas más audaces que ha realizado la población apurimeña para que nuestro símbolo máximo de nuestra identidad cultural regrese a la Madre Tierra y viva para siempre entre nosotros sus hermanos y hermanas de sangre y en medio del quinual de mil colores que tanto amo.
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*Wilman Caichihua Robles es docente y especialista en educación intercultural bilingüe.
Comentarios
Un retorno ilegal a todas
Un retorno ilegal a todas luces, pero sobretodo, un retorno que es más un viaje hacia el olvido, los restos de Arguedas hubieran sido más útiles en Lima y muy probablemente más reverenciados que en Andahuaylas.
Se lo llevaron de Lima
Se lo llevaron de Lima aduciendo que su nicho estaba descuidado y abandonado, ahora en Andahuaylas, tristemente su tumba sirve de urinario y basurero público, una verguenza... mucho mejor estaba en Lima
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