Servindi, 7 de octubre, 2015.- Once empresas están solicitando casi 100 mil hectáreas de bosques para sembrar palma aceitera en tres regiones: Loreto, Ucayali y San Martín, alertó Roberto Espinoza, de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).
Así lo hizo durante su participación en la mesa "Modelo post extractivista y Cambio Climático", en la que estuvo acompañado de Wilmer Sánchez, de la Asociación Regional de los Pueblos Indígenas de la Selva Central (ARPI SC).
Según Espinoza, la depredación por palma aceitera se da bajo mecanismos aparentemente legales, ya que las empresas señalan que operan sobre áreas deforestadas -como señala la ley- cuando en la realidad no es así.
Precisó que hoy la palma se siembra en bosque primario sin presentar estudios de impacto ambiental (EIA) y sin hacer el trámite de cambio de usos de suelos.
Citó el caso del Grupo Melka el cual operaría bajo la fachada de 20 empresas. "Son empresas que no dan la cara, que usan testaferros (...), que dan dinero a los colonos para titular sus tierras", enfatizó.
Una vez que los colonos toman posesión de los terrenos, las empresas de palma les dan semillas y préstamos con el fin de que se adeuden y que en el futuro no les quede otro camino que vender lo que tienen a estas empresas, explicó Espinoza.
Ante esta realidad, el representante de Aidesep presentó el Plan Amazónico de Vida Plena, iniciativa que contempla una serie de acciones que buscan, entre otras cosas, frenar la destrucción de la Amazonía.
"Frente a la palma que es deforestación la respuesta de Aidesep es más titulación, esa es la barrera", sentenció.
Cabe precisar que en el marco de dicho plan la organización exige que el Estado se declare como no apto para entregar concesiones dentro de la Amazonía. Asimismo pide que se decida al respecto en prioridad del valor de los bosques y no de los suelos.
"Todo trámite que tiene que ver con grandes concesiones debe ser suspendido, hasta que haya institucionalidad ambiental", aseveró Espinoza.
En otro momento se advirtió del peligro de los colonos los cuales cuentan con proyectos del Estado a favor de la titulación de las tierras que ocupan.
A su turno, Wilmer Sánchez, del pueblo indígena Kukama, criticó la visión que tienen los gobiernos acerca de la Amazonía. "Se ve a la Amazonía como un lugar sin gente, como en los tiempos del presidente (Fernando) Belaúnde", afirmó.
De otro lado destacó que los pueblos indígenas siempre han vivido de forma sostenible, alejados del llamado crecimiento o boom económico.
Cabe destacar que estas declaraciones se dieron en el marco de "Desmintiendo el milagro peruano", evento alternativo a la reunión anual de la Junta de Gobernadores del Grupo Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional (FMI).