palma aceitera

Afirman que, desde hace 10 años, Ocho Sur protagoniza una “historia de acaparamiento de tierras indígenas, deforestación masiva y violencia" en comunidades de Ucayali.

Las plantaciones de palma aceitera son uno de los espacios más inseguros para las mujeres, no solo por su vulnerable situación laboral sino también por el potencial de violencia y acoso sexual.

Las comunidades en el Municipio de Ixcán, como en todo Guatemala, tienen derecho de decidir qué se siembra y qué no se siembra en sus tierras y detener una historia de despojo sistemático de sus tierras.

¿Por qué las y los agricultores campesinos pierden cuando producen para la industria del aceite de palma? La respuesta a esta interrogante se encuentra en una nueva publicación.

Desde 2020, el gigante de los agronegocios Louis Dreyfus Company recibe aceite de palma que sale de tierras indígenas deforestadas en la región Ucayali de Perú.

Estudio Agronegocios y Crisis Climática en el Perú analiza cómo los cultivos de palma y otros deforestaron grandes áreas de bosque en Loreto, Ucayali, San Martín y Huánuco.

Proyecto de palma aceitera amenaza los bosques ancestrales de la tribu Auyu, de la provincia de Papúa, en Indonesia. Indígenas piden al gobierno intervenir para frenarlo.

La Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible actúa como una "cortina de humo" de los daños de la industria de la palma aceitera.

¿Podemos frenar nuestra trayectoria civilizatoria de crecimiento, razón principal que está excediendo los límites planetarios, para virar hacia un cambio radical de paradigma?

El viernes 5 de junio, la DIRESA de Ucayali testeó a 39 trabajadores de la empresa Ocho Sur. 35 de ellos dieron positivo para COVID-19.