Los eventos meteorológicos extremos derivados del cambio climático no solo dañan la integridad física o el bienestar económico de los seres humanos; también provocan problemas en la salud mental de parte de la población mundial.
Por Haroldo Romero
Trabajadores, 15 de enero, 2019.- Un informe de la Asociación Americana de Psicología aborda el lado psicológico y la carga emocional ocasionada por el cambio del clima, y revela que muchas facetas de este trastorno medioambiental están generando cuadros de ansiedad y depresión en importantes sectores de la sociedad.
Más allá de las personas directamente afectadas por fenómenos relacionados con la variabilidad del clima, con eventos extremos y devastadores, otras personas más sensibles muestran cuadros psicológicos ante los datos que anuncian un aumento de las variables que impactarán negativamente en el clima durante las próximas décadas.
De acuerdo a lo divulgado, las condiciones de tiempo severo están incrementando efectos sobre la salud mental asociados con depresión y resignación por el futuro. Al ser consultadas, muchas personas sienten falta de esperanza al ver que más allá de lo que hagan, las soluciones parecen cada vez más complejas.
El informe establece que además del trauma generado a personas afectadas por eventos violentos y destructivos, los cambios a largo plazo también están afectando a determinados sectores de la sociedad que no ven una salida al problema, al menos en el lapso de tiempo de sus vidas.
Varias ciudades en diferentes lugares del planeta ya han tenido que enfrentar situaciones graves por falta de agua, lo que ha impactado emocionalmente a sus comunidades. Un reciente informe de Naciones Unidas, avalado por científicos de todo el mundo, ha establecido que con el escenario actual, para el 2040 los efectos a nivel global se potenciarán notoriamente.
Lamentables sucesos confirman las previsiones. El evidente incremento en la intensidad y duración de sequías, propician frecuentes y devastadores incendios forestales en California, Estados Unidos, que han provocado la muerte de numerosas personas y llevado a muchas familias a perder sus hogares, con el consecuente daño psicológico.
Un estudio del Climate Change Communication, de la Universidad estadounidense de Yale, había alertado en abril del 2018 que la sensación de ansiedad relacionada con el cambio climático está creciendo notoriamente en el citado país norteño.
Según la investigación, mientras que en el 2010 el 49 % de los encuestados reconocían que el cambio climático les generaba ansiedad, para inicios del 2018 ese número había crecido al 62 por ciento.
También un 21 % reconocía ahora sentirse “muy preocupado” sobre las implicaciones del cambio climático, lo que duplica el resultado de estudios similares realizados en el 2015. El dato más relevante es que sólo el 6 % cree que el ser humano puede y finalmente va a lograr revertir el cambio climático; o sea, que la mayoría expresa poca esperanza de que se logren cambios reales.
De acuerdo con la página digital meteored.com.ar, que se hace eco del estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología, este tipo de tipo de investigaciones demuestra que las implicaciones de eventos relacionados con el clima pueden potenciarse y ser muy profundas en la salud de las personas.
Es esencial, afirma la publicación, que la falta de esperanza se revierta para que cada ser humano sea realmente protagonista de los cambios que son necesarios.
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