Mientras que el máximo líder independentista Carles Puigdemont huye hacia Bélgica, España toma el control político y administrativo de Cataluña. Líderes partidarios de la independencia que no quisieron huir se encuentran en prisión acusados de sedición por la administración de Mariano Rajoy. ¿Cómo queda la población catalana en medio de este conflicto?
Por José Díaz
Servindi, 03 de noviembre, 2017.- El desenlace de lo que empezó el pasado 1 de octubre con un caótico referéndum ha sido el peor para los ciudadanos catalanes. Y es que tras el anuncio del presidente de España, Mariano Rajoy de aplicar una facultad constitucional para tomar control de Cataluña, el cesado presidente de esta comunidad autónoma Carles Puigdemont escapó del país y se encuentra actualmente en Bruselas (Bélgica) en busca de asilo.
Pese a haber declarado la independencia de Cataluña el pasado 27 de octubre, Puigdemont abandonó a los catalanes y a su propio partido al huir hacia Bélgica ante el anuncio de una demanda por parte de la Fiscalía General de España por los delitos de sedición, rebelión y malversación. El argumento del político catalán ha sido que no tiene garantías para este juicio en la Península Ibérica.
Mientras la clase política catalana abandonaba a sus simpatizantes, el gobierno de Mariano Rajoy tomó quizá una de las decisiones más controversiales para los intereses independentistas al asignar a su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría como reemplazante del depuesto Puigdemont.
De esta manera, se ha terminado de configurar un escenario de total desconcierto para la población catalana. Y es que lejos de su independencia política o su autonomía administrativa, Madrid ha tomado el control de Cataluña instalando a una de las más duras representantes del Partido Popular (PP), la agrupación más conservadora de España.
Sin reconciliación
Mientras los catalanes se mantienen en el limbo, el escenario político español está lejos de alcanzar una reconciliación. Desde Bélgica Puigdemont acusa a Madrid de no ofrecerle garantías de un juicio justo, como respuesta la fiscalía ya habla de la posibilidad de emitir una orden europea de detención y entrega, una medida que tendría una alcance continental.
Estas “euro-órdenes” incluirían la “búsqueda, captura, detención y entrega” de las personas que se encuentren bajo juicio a nivel de toda la Comunidad Europea. En respuesta a este movimiento Puigdemont ha contratado al abogado belga Paul Bekaert, especialista en derechos humanos y quien en el pasado ha representado a políticos del País Vasco ligados al independentismo.
Cabe precisar que Puigdemont no es el único político catalán refugiado en Bélgica pues junto a él se encuentra un grupo de concejales de Cataluña, mientras que otro grupo de partidarios independentistas que decidió quedarse en la comunidad se encuentra bajo prisión preventiva acusado de sedición.
De momento, tras varias semanas de convulsión la calma ha vuelto a las calles de Cataluña. No obstante las críticas empiezan a surgir en contra del Gobierno de España no solo por la fuerte presencia militar que hay en la comunidad autónoma, sino por el recio control político y social en que esta disputa ha desembocado.
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— Servindi (@Servindi) 2 de noviembre de 2017
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