Por Cristina Sánchez.
Servindi 09 de noviembre del 2016-. El lunes 7 se inició oficialmente el evento sobre cambio climático más importante del mundo: la vigésima segunda de la Conferencia de las Partes. COP22 de Marrakech.
En el marco de este evento, Derecho, Ambiente y Recursos Naturales- DARD y OroVerde organizaron el evento "Empoderando a las comunidades locales y pueblos indígenas para la mitigación al cambio climático. Lecciones aprendidas de Guatemala y Perú".
El evento se desarrolló en el pabellón Unión Europea y contó con la participación de Ruth Buendía, presidenta de la Central Ashaninka del Río Ene (Care) y ganadora del premio Goldman; Emilio Montes, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del río Purús (FECONAPU); Javier Marquez, director de Desarrollo Institucional de la Fundación Defensores de la Naturaleza; y Elke Mannigel, de OroVerde.
El eje central del evento fue el socializar y comentar las lecciones aprendidas de dos experiencias exitosas en dónde se priorizó empoderar a los pueblos indígenas y comunidades locales, para hacerlos partícipes del desarrollo de acciones para mitigar el cambio climático.
Hacemos vigilancia
La primera experiencia presentada fue la de Vigilancia Indígena, iniciativa de empoderamiento de pueblos indígenas de la amazonía peruana de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), con el apoyo de DAR.
Ante los principales problemas que sufre la Amazonía, diversar comunidades se han organizado para monitorear sus bosques y asegurar sus derechos como territorios indígenas.
Ruth Buendía comentó que muchas comunidades de la región amazónica comenzaron a organizarse en los años 90 para enfrentar al terrorismo que se vivía en el país.
A partir de esa experiencia, diversas comunidades han trabajado articuladamente. En la actualidad, son 18 las que pertenecen a esta iniciativa de vigilancia indígena en la zona del río Ene.
Como resaltó Buendía, esta iniciativa no busca ir en conta del desarrollo del país, sino más bien, informarse sobre lo bueno y malo de los proyectos que se quieren implementar en sus regiones y hacer respetar los derechos de los pueblosn indígenas.
Si no existieran los indígenas, no existirían los bosques (Emilio Montes)
Por su parte, Emilio Montes de FECONAPU, comentó que los pueblos indígenas tienen un rol muy importante para la Amazonía debido a que se ha comprobado que son los mejores guardianes de los bosques.
Por este motivo, se ha buscado fortalecer sus organizaciones y mejorar su situación en la tenencia de tierras. Desde el año 2004 se vienen titulando comunidades, gracias al apoyo de la cooperación internacional.
Bosques de Lacandón
La segunda experiencia compartida durante el evento fue la del proyecto de los bosques de Lacandón en Guatemala. Esta constituye la primera iniciativa de REDD+ del país y es impulsada por la sociedad civil.
Defensores por la Naturaleza y OroVerde vienen impulsando que comunidades indígenas y locales desarrollen iniciativas tempranas de REDD+ como un medio para disminuir los drivers de la deforestación.
Lo interesante de esta iniciativa, es que es impulsada por la propia sociedad civil para que sean las mismas comunidades quienes tomen decisiones y escojan las prioridades de distribuicón de REDD+ en sus localidades.
A pesar de ello, las organizaciones involucradas han intentado dirigir estas prioridades a los temas de agua, educación y salud, al ser graves problemas del lugar.
Elke Mennigel comenta que las principales lecciones aprendidas sobre REDD+ es que toma bastante tiempo implementarse y que por ello no necesariamente debe ser criticado, sino analizado como una oportunidad, siempre y cuando se respeten a las comunidades indígenas y locales que lo apliquen.
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