Una de cada diez personas en el mundo padece algún tipo de discapacidad, lo que representa el 10 por ciento de la población mundial (foto: José Raúl Rodríguez Robleda).
Por Ángeles Muik
Los derechos humanos de las personas que viven con alguna discapacidad son violentados cotidianamente, la sociedad ha sido educada en estereotipos trasmutados en actitudes discriminatorias, que se imprimen en múltiples actos cotidianos.
Transformar estas actitudes e impulsar políticas públicas que respeten el derecho de las personas con discapacidades a vivir con dignidad, son retos que debemos sobrepasar en aras de un mundo de igualdad y pluridad social.
En el año 1992, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró el 3 de diciembre como Día Mundial de las Personas con discapacidad, según la Resolución 47/3, al término del Decenio para los Impedidos (1983-1992).
Este período se caracterizó por la promoción de la igualdad de oportunidades y el constante mejoramiento de la situación de este segmento poblacional.
Fomentar un cambio en las actitudes y eliminar las barreras mentales, que dificulten su participación plena en todos los aspectos de la vida, además de la toma de conciencia, para facilitar la vida diaria y la integración social y laboral, fueron algunas de las acciones impulsadas.
Discapacidad y pobreza
Según estadísticas de la ONU unos 650 millones de personas viven con alguna discapacidad física, mental o sensorial. De esta cifra, el 80% de las personas con discapacidad viven en países en desarrollo y su gran mayoría se encuentra en condiciones de pobreza.
El impacto de la escasez, la falta de educación e inadecuada alimentación, así como la carencia de agua potable, servicios de saneamiento, salud, capacitación y empleo delata una relación estrecha entre la pobreza y la discapacidad.
Según estudios recientes sobre la relación entre la desigualdad social, la pobreza y el impacto de la discapacidad en la sociedad actual se afirma que en los próximos 30 años, el número de personas con discapacidad aumentará en un 120 por ciento en los países en desarrollo y en un 40 en los desarrollados.
Las Naciones Unidas, han contribuido a crear espacios de discusión y han emitido diversas resoluciones para proteger los derechos de las personas con discapacidades.
Según la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU los gobiernos de los países signatarios deberán comprometerse a introducir cambios en sus legislaciones para mejorar y promover el acceso a la educación, al empleo, a la equidad de oportunidades y a la eliminación de obstáculos físicos y sociales para la movilidad de estas personas.
El documento define como discapacitado a todo aquel que sufra el menoscabo físico, mental o sensorial que limite su habilidad de realizar las actividades de la vida cotidiana.
También estipula que se prohíba la discriminación de los discapacitados en todos los terrenos, incluido el de los derechos civiles, los servicios de salud y el acceso al transporte.
Derechos para las mujeres con discapacidad
Más de la mitad de las personas con discapacidad son mujeres, esto equivale a 260 millones de mujeres que viven su discapacidad en países en desarrollo. Ellas experimentan tres formas de discriminación, por ser mujeres, por ser discapacitadas y por ser de países pobres.
La violencia doméstica es la principal causa de discapacidad en las mujeres entre 16 y 44 años. En general las mujeres discapacitadas que viven en contextos de pobreza y exclusión consideran que no están sujetas a derechos y que cualquier beneficio que obtengan es recibido como un favor.
Para muchas, la sexualidad se fue junto con la llegada de la discapacidad y en general la sociedad tiende a considerarlas mujeres asexuadas, sin deseos, sin derechos al placer, al amor y a las relaciones de pareja.
Entre las prioridades más urgentes se encuentra hacer que las mujeres y las niñas con discapacidad sean visibles, escuchadas, respetadas e incluidas.
Organizaciones femeninas, han realizado esfuerzos en el tema, llevándolo a espacios de análisis y talleres. Cuba no está ajena a estas citas, pues recientemente se celebró en La Habana, el Primer Encuentro Internacional de Mujeres con Discapacidad.
El cónclave abordó temas controvertidos como la perspectiva de la mujer discapacitada desde diferentes aristas sociales como género y liderazgo, inserción en la vida económica y comunitaria; derechos humanos; sexualidad, reproducción, vida familiar, discapacidad en mujeres indígenas y zonas rurales, además del acceso al medio físico y a la comunicación.
Sin embargo, a pesar de la exhortación y el llamado persiste en muchos países la falta de legislaciones y políticas para establecer igualdad de oportunidades para esta población.
Dentro de los desafíos para las mujeres con discapacidad en el mundo se encuentran la lucha contra la violencia sexual, la prevención del VIH-SIDA en la comunidad discapacitada, la facilidad de recursos para la educación integral, además del libre acceso a servicios de salud, tratamientos adecuados, y la promoción de una cultura de solidaridad.
La validez de iguales derechos para las personas con discapacidad, reafirma la importancia de los derechos humanos en general, por eso la celebración de este día tiene como meta fomentar la comprensión de los asuntos relativos a la discapacidad y movilizar el apoyo a la dignidad, los derechos y el bienestar de estas personas.
El Día Internacional pretende conseguir que las personas discapacitadas disfruten de sus derechos humanos y participen en la sociedad de forma plena y en condiciones de igualdad.
El principio de participación plena puede ponerse en práctica y contribuir al desarrollo de sociedades verdaderamente inclusivas, en las que se escuchen todas las voces y las personas discapacitadas puedan ayudar a crear un mundo mejor unido.
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Fuente: Trabajadores.cu
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