Organizaciones no gubernamentales internacionales se manifestarán el próximo 10 de diciembre ante la sede del Parlamento Europeo (PE) en Bruselas para solicitar que se reconozca el acceso al agua "abundante y de calidad" como derecho humano.
En una jornada conmemorativa del sexagésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, la plataforma liderada por la Asociación Europea del Agua (EURACME) pedirá a la Eurocámara que no permita que siga extendiéndose la privatización del agua en perjuicio de los intereses de los ciudadanos.
Los eurodiputados se solidarizaron con esta causa mediante una resolución, en marzo de 2006, que según las ONG no se ha traducido en ninguna acción concreta.
Por ello, instan a la institución a que actúe antes de las elecciones europeas del próximo mes de junio.
Miembros de EURACME explicaron hoy que los responsables de facilitar el acceso al agua son los Estados, en especial, en países donde es un bien escaso.
Allí el agua no es potable, se encuentra a gran distancia de la civilización o está controlada por compañías privadas.
"No podemos permitir a las empresas que se beneficien de la necesidad y de la miseria humana", destacó un portavoz de la asociación.
Pedir que se reconozca el agua como derecho humano es un primer paso a escala legislativa que tendrá que ir seguido del desarrollo de políticas al respecto, explicaron las mismas fuentes.
Países como Bolivia, Ecuador, Venezuela y Uruguay ya reconocen este derecho en sus constituciones, recordó en rueda de prensa el economista italiano Riccardo Petrella, para quien resulta "increíble que países considerados subdesarrollados lleven ventaja a Europa".
Entre las actividades previstas, además de la manifestación que dará comienzo a las 12.30 de la mañana, figura la inauguración de un muro decorado con manos de niños, un concierto y la proyección de una película sobre la privatización del agua en Marruecos.
Según datos facilitados por la organización, 1.100 millones de personas viven en el mundo sin acceso al agua y 2.600 millones no disponen de servicios sanitarios.
Estas carencias provocan la muerte cada día de 34.000 personas -4.500 niños, entre ellos-.
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Fuente: Proyecto Geo
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