Luis Alva Castro
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Santiago Martín Rivas
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Por Jorge Agurto, Reflexiones en Alta Voz N° 7
27 de febrero de 2008.- Según el diccionario, cinismo es: Desvergüenza en el mentir. Y el miércoles 27 de febrero podría ser recordado en el Perú como el Día del Cinismo o la Hipocresía. Dos hechos avalan esta propuesta.
- El Día del Cinismo, 27 febrero 2008 (descargar archivo mp3, 4.21 minutos)
El primero, fue la declaración de Santiago Martín Rivas, ex jefe del grupo paramilitar Colina, en el marco del juicio al ex Presidente Alberto Fujimori.
Santiago Martín Rivas es un criminal violador de los derechos humanos que ha sido juzgado, condenado y luego amnistiado por el régimen de Fujimori y Montesinos.
Rivas ha confesado largamente y con detalle su proceder criminal en entrevistas que fueron publicadas en un libro y que incluso fueron filmadas como para que no haya ninguna duda de sus confesiones.
Pero ahora que se juzga a Fujimori, el responsable político mayor de crímenes hartamente probados, reaparece Martín Rivas como una mansa palomita para rechazarlo todo, incluso sus propias confesiones.
Lo gracioso o espeluznante -según el ángulo desde donde se mire- es que el argumento para intentar borrar sus declaraciones que calzan exactamente con la realidad es que todo fue un ensayo, una práctica de defensa.
El periodista Umberto Jara, quién será un próximo testigo, ha adelantado que si la confesión grabada de Martin Rivas es un ensayo de defensa, entonces ¿por qué no se defendió? y por el contrario se autoinculpó y culpó además a Montesinos y Alberto Fujimori a quién ahora intenta defender.
Se trata, sin duda, de una pretensión vana por intentar corregir toda la verdad que declaró un día de cólera cuando se enteró que sus superiores tenían millones de dólares en cuentas suizas mientras él estaba en la pobreza.
Un segundo hecho político que avala el Día del Cinismo es la versión presentada por el Ministro del Interior Luis Alva Castro en el Congreso para explicar la muerte de cuatro campesinos, tres de ellos abaleados, durante el Paro Agrario.
En momentos en que la opinión pública esperaba saber quién dio la orden de disparar y qué efectivos lo hicieron el Ministro dijo que el presunto responsable de las muertes es un infiltrado en la protesta que disparó una escopeta.Así de simple.
Después de una semana de las muertes de los campesinos y de las sesudas investigaciones llevadas a cabo por el gobierno el gran culpable de las muertes es un desconocido que está en una foto. ¡Aunque usted no lo crea!
Y esto se afirma a pesar de los numerosos testigos que señalan que los disparos vinieron desde la policía y que por eso dieron en la nuca de los asesinados.
Es muy difícil que algún ciudadano con dos dedos de frente crea en las versiones de Martín Rivas y Luis Alva Castro. En ambos casos, se trata de mentir con descaro para evitar responsabilidades.
En resumen, y sin duda, uno de los síntomas de la crisis de la democracia capitalista es la crisis moral. Es verdaderamente nauseabundo ver en un solo día que los medios masivos transmiten largamente las declaraciones de dos tipos cuya descomposición moral apesta a la distancia.
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