Brasilia, 16 abril (EFE).- Unos 1,500 indígenas brasileños llevaron hoy sus quejas al presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Mercio Gomes, en un acto multitudinario, que inauguró una semana de protestas en la capital de Brasil.
Reunidos bajo una colorista carpa instalada en el centro de Brasilia, los líderes de más de cien tribus indígenas dirigieron sus quejas hacia el Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC), promovido por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, y hacia la necesidad de delimitación de nuevas tierras protegidas.
El presidente de Funai dijo estar de lado de los indios en estas reivindicaciones y aprovechó para anunciar que el jueves, en coincidencia con el Día Nacional del Indio, será instituida una nueva Comisión Nacional de Política Indigenista, que será un foro de discusión entre el gobierno y los líderes de estas comunidades.
Ante la audiencia de líderes indígenas, Gomes fue crítico con la forma en que el gobierno está llevando a cabo la licitación de las obras del PAC.
"El crecimiento tiene que buscarse con respeto a los pueblos indígenas y al medio ambiente. Esas obras no pueden ser hechas a cualquier coste", declaró el presidente de la Funai.
Las comunidades indígenas también hicieron hincapié en la necesidad de acelerar los procedimientos de demarcación de tierras, cuya lentitud es, según ellos, raíz de problemas alimentarios y de salud, sobre todo en los estados agrarios de la región centro oeste.
"Muchos niños se están muriendo por desnutrición y esto ocurre por falta de tierras para nuestro pueblo", denunció la cacique Leia, de la etnia guaraní kaiowá.
Los indios también exigieron la acción de la Funai y de la Fundación Nacional de la Salud para evitar el avance de enfermedades como la malaria y la hepatitis D en el estado de Amazonas.
El cacique Davi Kopenawa, de la etnia Yanomani, ganador de un premio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 1988, incidió en el regreso de la amenaza de los "garimpeiros", nombre portugués de los buscadores de oro, que acumulan un vasto historial de conflictos sangrientos con varios grupos indígenas.
"La Funai dice que no tiene dinero, que no tiene aviones y no nos ayuda a sacar a los garimpeiros de nuestras tierras", dijo el jefe indígena.
El campamento indígena, llamado "Tierra Libre", es la iniciativa más destacada dentro del mes reivindicativo "Abril indígena" que se celebra desde hace cuatro años en la capital brasileña, y se prolongará hasta el próximo jueves 19, día nacional del indio.
En esta fecha, los dirigentes indígenas aspiran a reunirse con el presidente Lula. De momento, ya han confirmado sendas audiencias con representantes del Senado y del Supremo Tribunal Federal.
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