Héctor Díaz-Polanco Foto: Carlos Ramos Mamahua
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Héctor Díaz-Polanco habla de su nuevo libro, El laberinto de la identidad
Por Ana Mónica Rodriguez
La problemática étnica en Chiapas es una de las asignaturas pendientes en el país, y para destrabarla deben confluir los tres poderes del Estado, explicó el investigador Héctor Díaz-Polanco, y añadió que los pueblos indígenas, pese a carecer de un contexto legal, avanzan en la construcción de su autonomía.
A propósito de la publicación de su libro El laberinto de la identidad, que fue presentado dentro del programa de la versión 28 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Díaz-Polanco explicó: ''El avance paulatino en la construcción de las autonomías se realiza sin un marco legal y sin una sombrilla jurídica, aspectos que permitirían que este proceso se desarrollara no sólo de forma rápida, sino con los apoyos que merece desde el punto de vista político, moral e histórico".
Abundó: ''Lo lamentable del caso chiapaneco y, particularmente, del movimiento zapatista, es que existen avances pero fuera del marco constitucional, legal y de juridicidad del Estado".
Ahora, prosiguió el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), cuando se habla de reforma del Estado convendría que se advirtiera sobre la problemática étnica que continúa irresuelta, requiere de iniciativas nuevas y de gran voluntad política.
La problemática étnica
Héctor Díaz-Polanco subrayó que la problemática étnica es un elemento central en el proceso de transformación de diversos países de América Latina, como Ecuador, Bolivia, Venezuela o Guatemala, ''y México -dijo- no debe ser la excepción".
En El laberinto de la identidad, libro publicado por el Programa Universitario México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, Díaz-Polanco expresó que en su contenido -dividido en tres apartados- se analizan cuáles son las transformaciones que sufre la cultura como expresión de identidades a escalas local y global.
El autor también entrelaza y específica el análisis con dos ejemplos emblemáticos en las pasadas tres décadas: la experiencia neozapatista en Chiapas y el proceso autonómico de los pueblos indios y comunidades étnicas de la Costa Atlántica de Nicaragua.
''Una de las aportaciones del triunfo sandinista en Nicaragua radicó, justamente, en que desató un movimiento indígena que planteaba reinvindicaciones autonomistas frente a un Estado, el cual pese a que se planteaba como de izquierda no entendía bien de lo que se trataba esta demanda."
A partir de ahí, prosiguió Héctor Díaz-Polanco, se creó un gran laboratorio político, cultural y con grandes debates de carácter práctico y teórico, que además condujeron a la instauración, por primera vez en América Latina, de un régimen de autonomía en la Costa Atlántica de Nicaragua.
Entonces, dijo el especialista, bajo esta perspectiva, el de Nicaragua ''es un proceso madre que permite entender el segundo gran movimiento autonomista en Chiapas: el neozapatismo."
Abundó: ''Muchos de los problemas que se plantearon en México a partir de enero de 1994 se habían observado antes en Nicaragua; en ambos casos lo que tenemos es un enfrentamiento entre un Estado de carácter centralista, monocultural y con grupos que reclaman reconocimiento a su calidad étnica, sociopolítica y territorial".
La diferencia no debe verse como estigma
Héctor Díaz-Polanco también analiza en su libro aspectos referentes a la igualdad, la diversidad y la tolerancia. ''La diferencia debe ser reconocida como riqueza y no como instrumento u ocasión para el estigma de unos y la exaltación de otros".
Docente del CIESAS, el investigador ha publicado más de 200 trabajos sobre diversos temas de su especialidad, incluidos 12 libros como autor único y más de medio centenar en coautoría.
Entre sus obras figuran Las teorías antropológicas: el evolucionismo; La rebelión zapatista y la autonomía y Etnia, nación y política, por mencionar sólo algunas.
Fuente: La Jornada
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