Enlace permanente Enviado por Jorge Marreros ... (no verificado) el Mié, 05/17/2017 - 12:39
Mi empatía con los inocentes de El Salvador, en 1987, victimados en la disociación violenta entre los armados que defienden al "estado" de angurria económica, de abuso político y de mentira cultural; y los armados que defienden sus aspiraciones a participar de ese "estado" que dicen combatir. Éstos y aquellos, son los lados de la misma moneda, sacrifican inocentes, a quienes usan como pretexto de sus bravuconadas. Hacen de la excepcional violencia, una regla.
Mi empatía con los inocentes
Mi empatía con los inocentes de El Salvador, en 1987, victimados en la disociación violenta entre los armados que defienden al "estado" de angurria económica, de abuso político y de mentira cultural; y los armados que defienden sus aspiraciones a participar de ese "estado" que dicen combatir. Éstos y aquellos, son los lados de la misma moneda, sacrifican inocentes, a quienes usan como pretexto de sus bravuconadas. Hacen de la excepcional violencia, una regla.