Enlace permanente Enviado por Hugo Blanco (no verificado) el Dom, 08/02/2015 - 19:13
Indudablemente es un magnífico estudio. Tenemos que reconocer su empeño por desentrañar e interpretar distintos aspectos de la gran rebelión de la cual nos sentimos herederos. Se puede o no estar de acuerdo con sus interpretaciones, pero eso no quita el respeto por su desafío, que precisamente provoca saludable debate. Gracias por impulsar la polémica.
Gracias por resaltar el rol preponderante de Micaela y de la mujer indígena en general, como Tomasa T’ito Condemayta, cacique de Aqcha.
Al traductor, señor Óscar Hidalgo Wuest le suplico que Cusco lo escriba con “s”, no con “z”. Digo que al traductor porque he visto anuncios de otro libro del señor Walker con el título: "De Tupac Amaru a Gamarra: Cusco y la formación del Perú republicano, 1780-1840" (1999)
¿Por qué es importante esto?
Porque en nuestro idioma el nombre de la ciudad es Qosqo. Como el fonema “Q” del quechua no existe en castellano, está bien que se lo cambie por “C”. Pero la “S” existe en castellano, por lo tanto se debe escribir Cusco.
¿Por qué se escribió con “Z”? porque en castellano “cuzco” es un perrito chico ladrador y dar ese nombre a la ciudad servía para humillarnos.
Hace varios años, el alcalde Daniel Estrada, respetuoso de nuestra cultura y reivindicador de nuestra lengua, emitió un decreto municipal disponiendo que Cusco se escribiera con “S”.
Desde entonces oficialmente en el Cusco se cumple esa disposición. Quienes estamos en contra de los atropellos cometidos por los invasores luchamos permanentemente porque lo cumplan los que por desconocimiento de ella o porque se consideran herederos de los invasores continúan usando la “Z”.
.........................................
El señor Walker debe tener cuidado de corregir un error para la siguiente edición:
En la Introducción: La ejecución de Antonio de Arriaga
Página 35
Segundo párrafo.
Se lee:
“A lo largo de los Andes peruanos, los pueblos y comunidades indias en los niveles de altitud más bajos se especializaron en la agricultura, mientras que aquellos en las áreas más altas se focalizaron en la ganadería, tanto de animales europeos, tales como vacas y cabras, como de camélidos americanos -llamas, vicuñas , guanacos y alpacas-.”
La vicuña y el guanaco (wik’uña, wanako en quechua) no forman parte de la ganadería, no son animales domésticos, son silvestres.
Probablemente el autor, al enterarse de que había tejidos de lana de vicuña, dedujo que era un animal doméstico.
Lo que sucede es que mi etnia guarda mucho respeto por la naturaleza. Utiliza la lana de un animal silvestre pero sin matarlo.
Desde antes de la invasión europea utiliza la técnica del “chaqo”, que consiste en que la comunidad rodea a muchas manadas de vicuñas, forman un círculo alrededor de ellas, usando entre sí muchas “warak’a” (honda tejida) y cuerdas con trozos de lana de colores. Huyendo de la gente las vicuñas se encuentran con la entrada de un corral, se ven obligadas a huir de la gente metiéndose en él, donde son fácilmente capturadas, se les corta la lana (trasquila) y luego de las libera.
Afortunadamente la legislación peruana prohíbe la caza de la vicuña, aunque siguen practicándola, principalmente los policías.
Pampa Galeras es una reserva de vicuñas por donde atraviesa la carretera Lima-Cusco, donde los pasajeros pueden verlas.
Hay genetistas que opinan que la llama es una especie de wanaku domesticada y la alpaca una vicuña domesticada. No sería extraño que nuestros antepasados que crearon infinidad de variedades y algunas especies vegetales, también lo hayan hecho con dos especies de animales.
Y ahora paso a continuar deleitándome leyendo “La rebelión de Tupac Amaru”.
Indudablemente es un magnífico estudio. Tenemos que reconocer su empeño por desentrañar e interpretar distintos aspectos de la gran rebelión de la cual nos sentimos herederos. Se puede o no estar de acuerdo con sus interpretaciones, pero eso no quita el respeto por su desafío, que precisamente provoca saludable debate. Gracias por impulsar la polémica.
Gracias por resaltar el rol preponderante de Micaela y de la mujer indígena en general, como Tomasa T’ito Condemayta, cacique de Aqcha.
Al traductor, señor Óscar Hidalgo Wuest le suplico que Cusco lo escriba con “s”, no con “z”. Digo que al traductor porque he visto anuncios de otro libro del señor Walker con el título: "De Tupac Amaru a Gamarra: Cusco y la formación del Perú republicano, 1780-1840" (1999)
¿Por qué es importante esto?
Porque en nuestro idioma el nombre de la ciudad es Qosqo. Como el fonema “Q” del quechua no existe en castellano, está bien que se lo cambie por “C”. Pero la “S” existe en castellano, por lo tanto se debe escribir Cusco.
¿Por qué se escribió con “Z”? porque en castellano “cuzco” es un perrito chico ladrador y dar ese nombre a la ciudad servía para humillarnos.
Hace varios años, el alcalde Daniel Estrada, respetuoso de nuestra cultura y reivindicador de nuestra lengua, emitió un decreto municipal disponiendo que Cusco se escribiera con “S”.
Desde entonces oficialmente en el Cusco se cumple esa disposición. Quienes estamos en contra de los atropellos cometidos por los invasores luchamos permanentemente porque lo cumplan los que por desconocimiento de ella o porque se consideran herederos de los invasores continúan usando la “Z”.
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El señor Walker debe tener cuidado de corregir un error para la siguiente edición:
En la Introducción: La ejecución de Antonio de Arriaga
Página 35
Segundo párrafo.
Se lee:
“A lo largo de los Andes peruanos, los pueblos y comunidades indias en los niveles de altitud más bajos se especializaron en la agricultura, mientras que aquellos en las áreas más altas se focalizaron en la ganadería, tanto de animales europeos, tales como vacas y cabras, como de camélidos americanos -llamas, vicuñas , guanacos y alpacas-.”
La vicuña y el guanaco (wik’uña, wanako en quechua) no forman parte de la ganadería, no son animales domésticos, son silvestres.
Probablemente el autor, al enterarse de que había tejidos de lana de vicuña, dedujo que era un animal doméstico.
Lo que sucede es que mi etnia guarda mucho respeto por la naturaleza. Utiliza la lana de un animal silvestre pero sin matarlo.
Desde antes de la invasión europea utiliza la técnica del “chaqo”, que consiste en que la comunidad rodea a muchas manadas de vicuñas, forman un círculo alrededor de ellas, usando entre sí muchas “warak’a” (honda tejida) y cuerdas con trozos de lana de colores. Huyendo de la gente las vicuñas se encuentran con la entrada de un corral, se ven obligadas a huir de la gente metiéndose en él, donde son fácilmente capturadas, se les corta la lana (trasquila) y luego de las libera.
Afortunadamente la legislación peruana prohíbe la caza de la vicuña, aunque siguen practicándola, principalmente los policías.
Pampa Galeras es una reserva de vicuñas por donde atraviesa la carretera Lima-Cusco, donde los pasajeros pueden verlas.
Hay genetistas que opinan que la llama es una especie de wanaku domesticada y la alpaca una vicuña domesticada. No sería extraño que nuestros antepasados que crearon infinidad de variedades y algunas especies vegetales, también lo hayan hecho con dos especies de animales.
Y ahora paso a continuar deleitándome leyendo “La rebelión de Tupac Amaru”.