Enlace permanente Enviado por Aureliano (no verificado) el Dom, 05/10/2015 - 09:46
El genocidio pizarrista se reencarna en el cachaco Humala, que prefiere proteger a las trasnacionales mineras y no al pueblo que lo eligio como primer ciudadano del país, sin embargo, traicionó a sus electores y se vendio a los neoliberales de la misma manera que Fujimori, Toledo y García. Es tiempo de una convocatoria a la Asamblea Constituyente para poner orden y desterrar la discriminación, la exclusión, sobre todo, la explotación y el abandomno al desarrollo agroindustrial que los constructores de la gran civilización comunitaria de ayllus del Tawantinsuyu, hicieron para garantizar el bienestar comunitario de los pueblos y naciones kechuas, aymaras y amazonenses. El Perú profundo de todas las sangres es mero observador del enriquecimiento de la oligarquia neoliberal, convertido en pongo socio-político del imperio negro-yamki.
El genocidio pizarrista se reencarna en el cachaco Humala, que prefiere proteger a las trasnacionales mineras y no al pueblo que lo eligio como primer ciudadano del país, sin embargo, traicionó a sus electores y se vendio a los neoliberales de la misma manera que Fujimori, Toledo y García. Es tiempo de una convocatoria a la Asamblea Constituyente para poner orden y desterrar la discriminación, la exclusión, sobre todo, la explotación y el abandomno al desarrollo agroindustrial que los constructores de la gran civilización comunitaria de ayllus del Tawantinsuyu, hicieron para garantizar el bienestar comunitario de los pueblos y naciones kechuas, aymaras y amazonenses. El Perú profundo de todas las sangres es mero observador del enriquecimiento de la oligarquia neoliberal, convertido en pongo socio-político del imperio negro-yamki.