Enlace permanente Enviado por Juan Ramos (no verificado) el Dom, 07/01/2012 - 13:22
El término "indígena"no supera la actitud del Estado ni del resto de la sociedad respecto a los Pueblos originarios, por el contrario le da continuidad al objetivo principal del Estado criollo retrógrado heredera del colonialismo, la destrucción de las identidades, nacionalidades y culturas, hacia el fin de la diversidad, hacia el objetivo de construir el Estado Nación sobre la ceniza de las demás nacionalidades, hacia el uninacionalismo, el etnocentrismo y el monoculturalismo. Los Estados criollos de latinoamérica no son mas que brazos de prolongación de los Estados eurocentristas, réplicas del Eurocentrismo, calcos y copias de los Estados etnocentristas, monoculturalistas y uninacionalistas de Europa blanca y racista. DE ahí devienen su naturaleza excluyente, fundaron Estados excluyentes, sociedades excluyentes, instituciones excluyentes, expresados en la descriminación al diferente. Una de las principales políticas de exclusión del nuevo Estado criollo de san Martín y Bolivar fue la exclusión de la ciudadanía de la población originaria, asignádole tal derecho solo a los criollos, a partir de ello, la repuública criollo era, por, para, de los criollos, los demás fueron reducidos a la condición de esclavos. El latifundismo fue la expresión más cruda del esclavismo de los no ciudadanos, los mal llamados"indios" hoy "indígenas"(versión moderna)fueron reducidos como esclavos de las haciendas criollas en todo el país, sin derechos, dentro de un Estado republicano. Hoy los no criollos tienen derecho a votar, pero no tienen derecho ha ser elegidos por lo menos en los principales poderes del Estado criollo, como al Congreso y al Poder Ejecutivo, porque implica tener partidos políticos. Inscribir un Partido político implica por lo menos contar con más de 500 mil adherentes válidos, vale decir, un millón de firmas, que luego serán depurados. Reunir un millón de firmas para un lider nativo, Aymara, Ashaninca, Quechua, es materialmente imposible. Pero si es posible, que personajes como Rafael Rey o Barba Caballero, o Antero Fores Araos o el locumbeta general Donaire reunan firmas sin sacudirse el bolsillo, o el mac Pato Jorge Acuña tenga hoy 9'000,000 de multa por exceso de aportes para su campaña. Poder económico se revierte en poder político. Los tiempos cambian, tambien las formas de mantener la exclusión.
El término "indígena"no supera la actitud del Estado ni del resto de la sociedad respecto a los Pueblos originarios, por el contrario le da continuidad al objetivo principal del Estado criollo retrógrado heredera del colonialismo, la destrucción de las identidades, nacionalidades y culturas, hacia el fin de la diversidad, hacia el objetivo de construir el Estado Nación sobre la ceniza de las demás nacionalidades, hacia el uninacionalismo, el etnocentrismo y el monoculturalismo. Los Estados criollos de latinoamérica no son mas que brazos de prolongación de los Estados eurocentristas, réplicas del Eurocentrismo, calcos y copias de los Estados etnocentristas, monoculturalistas y uninacionalistas de Europa blanca y racista. DE ahí devienen su naturaleza excluyente, fundaron Estados excluyentes, sociedades excluyentes, instituciones excluyentes, expresados en la descriminación al diferente. Una de las principales políticas de exclusión del nuevo Estado criollo de san Martín y Bolivar fue la exclusión de la ciudadanía de la población originaria, asignádole tal derecho solo a los criollos, a partir de ello, la repuública criollo era, por, para, de los criollos, los demás fueron reducidos a la condición de esclavos. El latifundismo fue la expresión más cruda del esclavismo de los no ciudadanos, los mal llamados"indios" hoy "indígenas"(versión moderna)fueron reducidos como esclavos de las haciendas criollas en todo el país, sin derechos, dentro de un Estado republicano. Hoy los no criollos tienen derecho a votar, pero no tienen derecho ha ser elegidos por lo menos en los principales poderes del Estado criollo, como al Congreso y al Poder Ejecutivo, porque implica tener partidos políticos. Inscribir un Partido político implica por lo menos contar con más de 500 mil adherentes válidos, vale decir, un millón de firmas, que luego serán depurados. Reunir un millón de firmas para un lider nativo, Aymara, Ashaninca, Quechua, es materialmente imposible. Pero si es posible, que personajes como Rafael Rey o Barba Caballero, o Antero Fores Araos o el locumbeta general Donaire reunan firmas sin sacudirse el bolsillo, o el mac Pato Jorge Acuña tenga hoy 9'000,000 de multa por exceso de aportes para su campaña. Poder económico se revierte en poder político. Los tiempos cambian, tambien las formas de mantener la exclusión.