Enlace permanente Enviado por juan ramos (no verificado) el Jue, 02/16/2012 - 09:54
Ahora resulta que después de todos los talleres que no tenían caráter vinculante, la opinión de Gustavo Zambrano y Lanegra son los únicos que tienen carácter vinculante en torno a la Reglamentación. El tema que estos señoritos no son indígenas y el Convenio de la OIT se refiere a indígenas. Pero han reaccionado muy propio a su estilo de impostores y usurpadores de los Derechos de los Pueblos Originarios como voceros finales, desvirtuando descaradamente las conclusiones de los Talleres Macroregionales.
El gobierno del gran transforme Ollanta debería entender que es antihistórico que los Pueblos esten siempre merced al dirigismo de una recua de criollos, a un tutelaje insultante y ofensivo. Porque no deja que los pueblos desde espacios del Estado resuelvan sus problemas, ese intento fue INDEPA, sin embargo el APRA partido criollo enemigo venal de los Pueblos originarios desactivó el INDEPA, expulsó a los representantes de los Pueblos y lo torpedió permanentemente hasta convertirlo en una simple Oficina de segunda categoría donde vegeta el tal Gustavo Zambrano. ollanta continúa con la misma práctica nefasta del Apra al continuar manteniendo desactivado el INDEPA. Aquí no debe dejarse pasar la actitud de las Centrales Agrarias y ambientalistas que vieron con complacencia este maltrato del Indepa, sus representantes apoyaron su desactivación. Resulta ahora que inconsecuentemente piden una nueva institucionalidad indígena, probablemente una nueva versión de CONAPA o INDEPA a la horma de sus zapatos o como insinúan que la llamada Comisión multisectorial sea esa institucionalidad. Esto suena mas a pedir un puestito en el gobierno, pero sin duda el gobierno les va pedir un certificado de buena conducta, sinó los tratará como a los señores zurdos que fueron desalojados de Palacio cuando Castilla y Velarde fueron a aconsejarle al Gran transforme a desalojarlos de Palacio a los Zurdos o como a 9 representantes de los Pueblos Andino Amazónico y Afroperuanos expulsados por el Apra.
Nadie puede reivindicar sus derechos con poderes prestados o tutelados. Es preciso que los Pueblos deban crear su propia institucionalidad como ocurre en el Canadá donde existe la "Asamblea de las Primeras Naciones", institución independiente del Estado Canadiense, cuyo fin es resolver sus problemas desde la optica de los pueblos originarios, fijar las políticas nacionales de los Pueblos originarios para su desarrollo y los logros de su bienestar, sus acuerdos son remitidos al Estado Canadiense para su aplicación. En nuestro caso, sería muy importante institucionalizar el "Parlamento Andino Amazónico de los Pueblos originarios del Perú" donde se discuta y consensue las políticas nacionales para los Pueblos originarios desde la óptica de los mismos Pueblos. Esto es histórico y necesario ya que el Estado uninacionalista, etnocentrista y monoculturalista por esencia y naturaleza es el destructor de la diversidad de las nacionalidades, y gobernará siempre solo para un sector social: el criollo, en desmedro de las demás nacionalidades de quienes espera desaparecerlos.
Ahora resulta que después de todos los talleres que no tenían caráter vinculante, la opinión de Gustavo Zambrano y Lanegra son los únicos que tienen carácter vinculante en torno a la Reglamentación. El tema que estos señoritos no son indígenas y el Convenio de la OIT se refiere a indígenas. Pero han reaccionado muy propio a su estilo de impostores y usurpadores de los Derechos de los Pueblos Originarios como voceros finales, desvirtuando descaradamente las conclusiones de los Talleres Macroregionales.
El gobierno del gran transforme Ollanta debería entender que es antihistórico que los Pueblos esten siempre merced al dirigismo de una recua de criollos, a un tutelaje insultante y ofensivo. Porque no deja que los pueblos desde espacios del Estado resuelvan sus problemas, ese intento fue INDEPA, sin embargo el APRA partido criollo enemigo venal de los Pueblos originarios desactivó el INDEPA, expulsó a los representantes de los Pueblos y lo torpedió permanentemente hasta convertirlo en una simple Oficina de segunda categoría donde vegeta el tal Gustavo Zambrano. ollanta continúa con la misma práctica nefasta del Apra al continuar manteniendo desactivado el INDEPA. Aquí no debe dejarse pasar la actitud de las Centrales Agrarias y ambientalistas que vieron con complacencia este maltrato del Indepa, sus representantes apoyaron su desactivación. Resulta ahora que inconsecuentemente piden una nueva institucionalidad indígena, probablemente una nueva versión de CONAPA o INDEPA a la horma de sus zapatos o como insinúan que la llamada Comisión multisectorial sea esa institucionalidad. Esto suena mas a pedir un puestito en el gobierno, pero sin duda el gobierno les va pedir un certificado de buena conducta, sinó los tratará como a los señores zurdos que fueron desalojados de Palacio cuando Castilla y Velarde fueron a aconsejarle al Gran transforme a desalojarlos de Palacio a los Zurdos o como a 9 representantes de los Pueblos Andino Amazónico y Afroperuanos expulsados por el Apra.
Nadie puede reivindicar sus derechos con poderes prestados o tutelados. Es preciso que los Pueblos deban crear su propia institucionalidad como ocurre en el Canadá donde existe la "Asamblea de las Primeras Naciones", institución independiente del Estado Canadiense, cuyo fin es resolver sus problemas desde la optica de los pueblos originarios, fijar las políticas nacionales de los Pueblos originarios para su desarrollo y los logros de su bienestar, sus acuerdos son remitidos al Estado Canadiense para su aplicación. En nuestro caso, sería muy importante institucionalizar el "Parlamento Andino Amazónico de los Pueblos originarios del Perú" donde se discuta y consensue las políticas nacionales para los Pueblos originarios desde la óptica de los mismos Pueblos. Esto es histórico y necesario ya que el Estado uninacionalista, etnocentrista y monoculturalista por esencia y naturaleza es el destructor de la diversidad de las nacionalidades, y gobernará siempre solo para un sector social: el criollo, en desmedro de las demás nacionalidades de quienes espera desaparecerlos.