el bosque y sus habitantes, indÃgenas y animales, deberÃan ser considerados patrimonio de la humanidad, protegidos y custodiados por ejércitos y gobernantes, pero la corrupción del poder y el bienestar económico de un puñado de asesinos prevalece por encima de lo más sagrado en la tierra; los bósques primogénitos y sus moradores, sabios seres que conviven con la naturaleza. ¿Qué será de la Tierra sin ellos? Pronto lo sabremos si se sigue actuando asÃ.
el bosque y sus habitantes, indÃgenas y animales, deberÃan ser considerados patrimonio de la humanidad, protegidos y custodiados por ejércitos y gobernantes, pero la corrupción del poder y el bienestar económico de un puñado de asesinos prevalece por encima de lo más sagrado en la tierra; los bósques primogénitos y sus moradores, sabios seres que conviven con la naturaleza. ¿Qué será de la Tierra sin ellos? Pronto lo sabremos si se sigue actuando asÃ.