La trampa más cruel está en la apariencia de respeto a los derechos de los pueblos indÃgenas, el tradicional "doble standar" reconocimiento formal de derechos, pero represión contra sus titulares. Ya ha dicho el senador Romero que después de la ratificación "a la chilena" del Convenio 169 lo que viene es un gran pacto contra el terrorismo - ¿quienes serán los terroristas Senador contra los que habrÃa que unirse? ¿los pueblos y organizaciones indÃgenas que no respalden esta ratificación del Convenio 169 con declaración interpretativa?, ¿contra ellos habrá que aplicar la ley antiterrorista, la cárcel, los procesos penales y los testigos sin rostro?. A los pueblos y organizaciones indÃgenas, organizaciones de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, les queda tener clardiad ante esta acción de maquillaje polÃtico del gobierno, y a mantener sus demandas y reivindicaciones, porque la ratificación del convenio 169 de la OIT que ha fraguado el gobierno constituye un acto de pobreza polÃtica y deja de manifiesto la nula responsabilidad pólÃtica, jurÃdica y ética que tienen ante la comunidad internacional y los derechos humanos.
La trampa más cruel está en la apariencia de respeto a los derechos de los pueblos indÃgenas, el tradicional "doble standar" reconocimiento formal de derechos, pero represión contra sus titulares. Ya ha dicho el senador Romero que después de la ratificación "a la chilena" del Convenio 169 lo que viene es un gran pacto contra el terrorismo - ¿quienes serán los terroristas Senador contra los que habrÃa que unirse? ¿los pueblos y organizaciones indÃgenas que no respalden esta ratificación del Convenio 169 con declaración interpretativa?, ¿contra ellos habrá que aplicar la ley antiterrorista, la cárcel, los procesos penales y los testigos sin rostro?. A los pueblos y organizaciones indÃgenas, organizaciones de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, les queda tener clardiad ante esta acción de maquillaje polÃtico del gobierno, y a mantener sus demandas y reivindicaciones, porque la ratificación del convenio 169 de la OIT que ha fraguado el gobierno constituye un acto de pobreza polÃtica y deja de manifiesto la nula responsabilidad pólÃtica, jurÃdica y ética que tienen ante la comunidad internacional y los derechos humanos.