Enlace permanente Enviado por El justiciero (no verificado) el Vie, 10/30/2020 - 04:08
Buen artículo revelador de la historia muy poco conocida del Perú, solo queda instar a los riojanos, loretanos y todos los ciudadanos, en cuyas ciudades está el nombre de este despreciable asesino Julio César Arana, que borren su nombre de las calles y recuerden y transmitan a sus descendientes la historia trágica de la fiebre del caucho y su consecuente genocidio de los indígenas inocentes que perpetró esa bestia sin alma, así al menos habrá cierta justicia en memoria de los casi 40000 nativos.
Para Rogelio Reátegui y Juan Manuel del Águila, felizmente estamos en el siglo XXI donde la información está al alcance de la mano, la tecnología digital permite conocer los pormenores de las ciudades del mundo, por más lejanas que estas sean, y los derechos humanos y la conciencia popular estén más sensibilizados al respecto, de esta forma no se engañará fácilmente al pueblo ni podrán burlarse, que ya despertó de su ignorancia.
Buen artículo revelador de la
Buen artículo revelador de la historia muy poco conocida del Perú, solo queda instar a los riojanos, loretanos y todos los ciudadanos, en cuyas ciudades está el nombre de este despreciable asesino Julio César Arana, que borren su nombre de las calles y recuerden y transmitan a sus descendientes la historia trágica de la fiebre del caucho y su consecuente genocidio de los indígenas inocentes que perpetró esa bestia sin alma, así al menos habrá cierta justicia en memoria de los casi 40000 nativos.
Para Rogelio Reátegui y Juan Manuel del Águila, felizmente estamos en el siglo XXI donde la información está al alcance de la mano, la tecnología digital permite conocer los pormenores de las ciudades del mundo, por más lejanas que estas sean, y los derechos humanos y la conciencia popular estén más sensibilizados al respecto, de esta forma no se engañará fácilmente al pueblo ni podrán burlarse, que ya despertó de su ignorancia.