Me atrevo a concluir de esta primera exposición de los hechos que la ideologización sigue campante como hace un siglo en cuanto a barnizar la realidad demasiado áspera, no es porque el autor de ese artÃculo sea aprista, pero la similitud con el intento hasta hoy no impugnado de maquillar las cuentas en Gran Caimás de su presidente y las atrocidades con prisioneros a los que se incriminó para tener la excusa de aniquilarlos tienen mucha similitud con tal actitud escamoteadora. Que las èpocas, en el sentido de las ventajas tecnológicas no fueran las mismas no disculpa nada, más bien agrava la indiferencia de Arana con respecto a las fuentes de su riqueza y los sistemas que usaban las lobas que contrataba. Tanto él como Fitzcarrald sabÃan bien lo que hacÃan, el que les canten rapsodias los hombres de pluma (como el propio AlegrÃa, con Mesones Muro, entre otros) no cambia las circunstancias, es solamente una expresión de la plasticidad de las memorias a la polÃtica.
Me atrevo a concluir de esta primera exposición de los hechos que la ideologización sigue campante como hace un siglo en cuanto a barnizar la realidad demasiado áspera, no es porque el autor de ese artÃculo sea aprista, pero la similitud con el intento hasta hoy no impugnado de maquillar las cuentas en Gran Caimás de su presidente y las atrocidades con prisioneros a los que se incriminó para tener la excusa de aniquilarlos tienen mucha similitud con tal actitud escamoteadora. Que las èpocas, en el sentido de las ventajas tecnológicas no fueran las mismas no disculpa nada, más bien agrava la indiferencia de Arana con respecto a las fuentes de su riqueza y los sistemas que usaban las lobas que contrataba.
Tanto él como Fitzcarrald sabÃan bien lo que hacÃan, el que les canten rapsodias los hombres de pluma (como el propio AlegrÃa, con Mesones Muro, entre otros) no cambia las circunstancias, es solamente una expresión de la plasticidad de las memorias a la polÃtica.