La situación es de tal gravedad que el Consejo Directivo de la Federación Nativa del RÃo Madre de Dios y afluentes (FENAMAD) se ha visto en la necesidad de publicar un aviso pagado en algunos diarios de circulación nacional, como respuesta al artÃculo que dÃas antes dio a luz nada menos que el presidente de la república, para quien llamó todos aquellos que se oponen a su polÃtica dirigida a satisfacer la voracidad de la gran burguesÃa “peruana†y de las transnacionales ligadas a ella actúan como los “perros del hortelanoâ€. Considerando ello un despropósito, el Consejo Directivo de la FENAMAD ha puesto las cosas en claro: “El verdadero perro del hortelano es el gobierno aprista en la persona de Alan GarcÃa Pérez, que con su polÃtica solo busca enriquecer a los extranjeros, quitándonos el alimento y, por ende, la vida. Los recursos existentes en los bosques y rÃos que hemos habitado durante miles de años, incluso antes de la formación del Estado, constituyen la principal fuente de nuestra existencia al proveernos alimento, agua dulce, medicinas, y no han generado costo alguno al Estado Peruano. No vamos a permitir entonces que el gobierno ni nadie venga a saquear lo que nos garantiza la vida y nuestra continuidad como pueblosâ€. Tal es la torpeza del discurso de los voceros del Estado -por citar un caso, negando casi en son de burla la existencia de los no contactados- que la FENAMAD radicaliza su protesta: “El gobierno actual -sostiene-, con su polÃtica y con las declaraciones del mismo presidente de la república, se convierte en ENEMIGO del Movimiento IndÃgena Peruanoâ€. Este Movimiento, a decir del propio documento, conjunta las luchas de varias entidades, entre ellas AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana) y COPPIP (Conferencia Permanente de los Pueblos IndÃgenas del Perú), y nada tiene que ver con los entes burocráticos creados por el Estado, como la CONAPA (Comisión Nacional de Pueblos Andinos y Amazónicos) integrada por oportunistas y serviles, a decir del mismo comunicado. Asà como hace algunos años varias naciones de la Selva Central señalaron que defenderÃan sus territorios a todo trance, hoy la FENAMAD efectúa un llamado similar: “Hermanos indÃgenas -dice el documento-, debemos prepararnos para luchar con mucha fuerza por nuestros derechos, por cuanto el actual gobierno ha olvidado que su misión es dar cumplimiento a las leyes nacionales e internacionales y defender la vida de nuestros hermanos indÃgenas en aislamiento voluntario asà como la de los pueblos indÃgenas, y no amenazar nuestras vidas ni nuestra continuidad como pueblosâ€. Recordemos que en mayo de 1977, el Mensaje del Jefe de la Comunidad Asháninka de Avireri fue radical: "Hermanos todos, especialmente las madres presentes... Todos saben que yo no me he nombrado Presidente o Jefe por mi propia voluntad, sino que fueron ustedes los que me eligieron. Es por eso que les recuerdo que la lucha seguirá adelante contra estos viracochas o colonos, manteniéndome con la ayuda firme de todos ustedes, porque si me dejan solo no podré vencer a todos los invasores de nuestra tierra. Los colonos poco a poco nos están arrinconando, para asà mantenernos como esclavos, como lo han hecho hasta ahora... Nos tratan de salvajes... Ellos sà son salvajes porque desde que llegaron aquà nos hacen trabajar sin pagar bien y también engañan a las mujeres... Paisanos, hermanos mÃos, luchemos hasta el final... Nosotros debemos conservar nuestra lengua, nuestros antepasados y construir nuestro futuro. Para eso no debemos dejarnos llevar de los colonos y de otros mentirosos que tratan de destruirnos y esclavizarnos... Algún dÃa, cuando me muera, no quiero que ustedes se queden atrás, sino que sigan adelante. No tengan miedo". (Traducción de Abel Chapay, publicado por Jane de Alencar y Walter Yancan en “AmazonÃa Peruanaâ€, Revista del Centro Amazónico de AntropologÃa y Aplicación Práctica, vol. I, N° 2, Lima. 1977). Ese mensaje se ha retomado, solo que los enemigos de hoy son muchÃsimo más poderosos que los colonos de entonces. La violencia ejercida sobre los pueblos amazónicos se ha intensificado pese a las protestas suscitadas a nivel mundial. Esto tiene un nombre: etnocidio, y demuestra que los descendientes de los Pizarro, los Valverde, los Areche y los Arana continúan actuando impunemente y con una innegable carga de racismo. La denuncia de la FENAMAD se suma a muchas otras que hablan de una verdad que debe movernos a reflexión: “El gobierno está subastando la amazonÃa a favor de empresas multinacionales de explotación de hidrocarburos, minerÃa, recursos forestales, y de turismo, sin considerar los derechos fundamentales de nuestros pueblos. Las áreas concesionadas por el gobierno se superponen a más del 70 por ciento de los territorios de los pueblos indÃgenas de la AmazonÃa peruana, entre ellos, de los pueblos indÃgenas en aislamiento voluntario. La superposición de concesiones hidrocarburÃferas y mineras a los territorios indÃgenas viene ocasionando la contaminación de las fuentes de vida de nuestros pueblos, el incremento de la incidencia de enfermedades, altos Ãndices de mortandad, problemas sociales, conflictos organizativos, entre otros. Al parecer, no le ha bastado al gobierno haber sido testigo del genocidio del pueblo Harakmbut, de la muerte de más de la mitad de la población Yora, y ahora, de las constantes muertes de la población indÃgena Nanti que habita en la zona de Camisea, a causa de su demoledora polÃtica extractivistaâ€. Se trata de palabras mayores, pues se pronuncia la palabra “genocidioâ€, es decir, exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de polÃtica o de nacionalidad. Y esto es algo a lo que debe ponerse coto, a menos que queramos figurar como cómplices.
La situación es de tal gravedad que el Consejo Directivo de la Federación Nativa del RÃo Madre de Dios y afluentes (FENAMAD) se ha visto en la necesidad de publicar un aviso pagado en algunos diarios de circulación nacional, como respuesta al artÃculo que dÃas antes dio a luz nada menos que el presidente de la república, para quien llamó todos aquellos que se oponen a su polÃtica dirigida a satisfacer la voracidad de la gran burguesÃa “peruana†y de las transnacionales ligadas a ella actúan como los “perros del hortelanoâ€.
Considerando ello un despropósito, el Consejo Directivo de la FENAMAD ha puesto las cosas en claro: “El verdadero perro del hortelano es el gobierno aprista en la persona de Alan GarcÃa Pérez, que con su polÃtica solo busca enriquecer a los extranjeros, quitándonos el alimento y, por ende, la vida. Los recursos existentes en los bosques y rÃos que hemos habitado durante miles de años, incluso antes de la formación del Estado, constituyen la principal fuente de nuestra existencia al proveernos alimento, agua dulce, medicinas, y no han generado costo alguno al Estado Peruano. No vamos a permitir entonces que el gobierno ni nadie venga a saquear lo que nos garantiza la vida y nuestra continuidad como pueblosâ€.
Tal es la torpeza del discurso de los voceros del Estado -por citar un caso, negando casi en son de burla la existencia de los no contactados- que la FENAMAD radicaliza su protesta: “El gobierno actual -sostiene-, con su polÃtica y con las declaraciones del mismo presidente de la república, se convierte en ENEMIGO del Movimiento IndÃgena Peruanoâ€. Este Movimiento, a decir del propio documento, conjunta las luchas de varias entidades, entre ellas AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana) y COPPIP (Conferencia Permanente de los Pueblos IndÃgenas del Perú), y nada tiene que ver con los entes burocráticos creados por el Estado, como la CONAPA (Comisión Nacional de Pueblos Andinos y Amazónicos) integrada por oportunistas y serviles, a decir del mismo comunicado.
Asà como hace algunos años varias naciones de la Selva Central señalaron que defenderÃan sus territorios a todo trance, hoy la FENAMAD efectúa un llamado similar: “Hermanos indÃgenas -dice el documento-, debemos prepararnos para luchar con mucha fuerza por nuestros derechos, por cuanto el actual gobierno ha olvidado que su misión es dar cumplimiento a las leyes nacionales e internacionales y defender la vida de nuestros hermanos indÃgenas en aislamiento voluntario asà como la de los pueblos indÃgenas, y no amenazar nuestras vidas ni nuestra continuidad como pueblosâ€.
Recordemos que en mayo de 1977, el Mensaje del Jefe de la Comunidad Asháninka de Avireri fue radical: "Hermanos todos, especialmente las madres presentes... Todos saben que yo no me he nombrado Presidente o Jefe por mi propia voluntad, sino que fueron ustedes los que me eligieron. Es por eso que les recuerdo que la lucha seguirá adelante contra estos viracochas o colonos, manteniéndome con la ayuda firme de todos ustedes, porque si me dejan solo no podré vencer a todos los invasores de nuestra tierra. Los colonos poco a poco nos están arrinconando, para asà mantenernos como esclavos, como lo han hecho hasta ahora... Nos tratan de salvajes... Ellos sà son salvajes porque desde que llegaron aquà nos hacen trabajar sin pagar bien y también engañan a las mujeres... Paisanos, hermanos mÃos, luchemos hasta el final... Nosotros debemos conservar nuestra lengua, nuestros antepasados y construir nuestro futuro. Para eso no debemos dejarnos llevar de los colonos y de otros mentirosos que tratan de destruirnos y esclavizarnos... Algún dÃa, cuando me muera, no quiero que ustedes se queden atrás, sino que sigan adelante. No tengan miedo". (Traducción de Abel Chapay, publicado por Jane de Alencar y Walter Yancan en “AmazonÃa Peruanaâ€, Revista del Centro Amazónico de AntropologÃa y Aplicación Práctica, vol. I, N° 2, Lima. 1977).
Ese mensaje se ha retomado, solo que los enemigos de hoy son muchÃsimo más poderosos que los colonos de entonces. La violencia ejercida sobre los pueblos amazónicos se ha intensificado pese a las protestas suscitadas a nivel mundial. Esto tiene un nombre: etnocidio, y demuestra que los descendientes de los Pizarro, los Valverde, los Areche y los Arana continúan actuando impunemente y con una innegable carga de racismo.
La denuncia de la FENAMAD se suma a muchas otras que hablan de una verdad que debe movernos a reflexión: “El gobierno está subastando la amazonÃa a favor de empresas multinacionales de explotación de hidrocarburos, minerÃa, recursos forestales, y de turismo, sin considerar los derechos fundamentales de nuestros pueblos. Las áreas concesionadas por el gobierno se superponen a más del 70 por ciento de los territorios de los pueblos indÃgenas de la AmazonÃa peruana, entre ellos, de los pueblos indÃgenas en aislamiento voluntario. La superposición de concesiones hidrocarburÃferas y mineras a los territorios indÃgenas viene ocasionando la contaminación de las fuentes de vida de nuestros pueblos, el incremento de la incidencia de enfermedades, altos Ãndices de mortandad, problemas sociales, conflictos organizativos, entre otros. Al parecer, no le ha bastado al gobierno haber sido testigo del genocidio del pueblo Harakmbut, de la muerte de más de la mitad de la población Yora, y ahora, de las constantes muertes de la población indÃgena Nanti que habita en la zona de Camisea, a causa de su demoledora polÃtica extractivistaâ€.
Se trata de palabras mayores, pues se pronuncia la palabra “genocidioâ€, es decir, exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de polÃtica o de nacionalidad. Y esto es algo a lo que debe ponerse coto, a menos que queramos figurar como cómplices.