Enlace permanente Enviado por Marco Antonio A... (no verificado) el Sáb, 09/08/2007 - 21:35
Lo único que le faltó a la lingüista Martha Hildebrandt, fue perforarse las venas para mostrar que por ellas "corre sangre azul".
No se trata de "enrostrarle sus pocos o ningún libro escritos" a MarÃa Sumire, porque la actividad que ambas desempeñan la lingüista y la abogada, en su calidad de parlamentarias, se mide por sus aportes al desarrollo jurÃdico de su paÃs.
Ninguna de ellas está ahà para medirse en función de la pila de libros escritos, sino de los proyectos de ley a favor de los diversos segmentos de la sociedad civil peruana, que hayan planteado y mejor si fueron sancionados como Ley de la República.
Es triste ver a una congresista como la lingüista Martha Hildebrandt, indicar que "La Constitución PolÃtica está equivocada por demagogia… le da la misma importancia a lenguas que hablan quinientos hablantes perdidos por allà y esto es lo que está mal". Triste, realmente triste, porque ella al momento de su asumir esa función, seguramente ha jurado cumplir y hacer cumplir "esa constitución equivocada".
La lingüista Martha Hildebrandt deberÃa pensar un millón de veces, antes de reclamarles "obras intelectuales" a ciudadanas como MarÃa Sumire, porque con ello simplemente está olvidando que, relativamente, hasta hace poco tiempo, se les negaba el derecho a la educación, al voto, a ejercer la función pública, etc., etc., etc., etc., etc., etc. y etc....
Finalmente, la lingüista Martha Hildebrandt, INCURRE EN DISCRIMINACIÓN al decir públicamente, entre otras sandeces: "Cada una en su sitio, cada una en su sitio"...
Triste es para el pueblo peruano tener una congresista como la lingüista Martha Hildebrandt, cuyo pensamiento y conducta nos lleva virtualmente a la MonarquÃa Europea, en que los plebeyos no podÃan ni siquiera transitar por los mismos lugares que la nobleza, porque debe estar "cada uno en su sitio, cada una en su sitio"...
Lo único que le faltó a la lingüista Martha Hildebrandt, fue perforarse las venas para mostrar que por ellas "corre sangre azul".
No se trata de "enrostrarle sus pocos o ningún libro escritos" a MarÃa Sumire, porque la actividad que ambas desempeñan la lingüista y la abogada, en su calidad de parlamentarias, se mide por sus aportes al desarrollo jurÃdico de su paÃs.
Ninguna de ellas está ahà para medirse en función de la pila de libros escritos, sino de los proyectos de ley a favor de los diversos segmentos de la sociedad civil peruana, que hayan planteado y mejor si fueron sancionados como Ley de la República.
Es triste ver a una congresista como la lingüista Martha Hildebrandt, indicar que "La Constitución PolÃtica está equivocada por demagogia… le da la misma importancia a lenguas que hablan quinientos hablantes perdidos por allà y esto es lo que está mal". Triste, realmente triste, porque ella al momento de su asumir esa función, seguramente ha jurado cumplir y hacer cumplir "esa constitución equivocada".
La lingüista Martha Hildebrandt deberÃa pensar un millón de veces, antes de reclamarles "obras intelectuales" a ciudadanas como MarÃa Sumire, porque con ello simplemente está olvidando que, relativamente, hasta hace poco tiempo, se les negaba el derecho a la educación, al voto, a ejercer la función pública, etc., etc., etc., etc., etc., etc. y etc....
La lingüista Martha Hildebrandt, deberÃa revisar o pedirle a MarÃa Sumire que le oriente en la lectura de la infinidad de disposiciones normativas que en la propia UNESCO regulan la educación intercultural - bilingüe. O también la UNESCO está mal por demagogia?
Finalmente, la lingüista Martha Hildebrandt, INCURRE EN DISCRIMINACIÓN al decir públicamente, entre otras sandeces: "Cada una en su sitio, cada una en su sitio"...
Cuál es el sitio de la congresista MarÃa Sumire...? Cuál el de la también congresita Martha Hildebrandt...???
Triste es para el pueblo peruano tener una congresista como la lingüista Martha Hildebrandt, cuyo pensamiento y conducta nos lleva virtualmente a la MonarquÃa Europea, en que los plebeyos no podÃan ni siquiera transitar por los mismos lugares que la nobleza, porque debe estar "cada uno en su sitio, cada una en su sitio"...