Hay que reconocer que las tribus indÃgenas han sido vistas como una mano de obra que ha servido para enriquecer a los que se han hacho llamar civilizadores o imperios, por ejemplo como se auto-denominaba J.Cesar Arana que se hacÃa llamar como un gran empresario de la Peruvian Company que tenia la sede de almacenamiento de la quina o caucho en Iquitos y después la trasportaba hasta las grandes potencias como los Estados Unidos e Inglaterra, en donde Ford utilizó este caucho para realizar neomaticos para los automoviles, de la bicicletas, y entre otros productos que pudieron ser realizados en esos paÃses que poseÃan las industrias, que se alimentaban de las materias primas que habÃan sido recolectadas con muchos padecimientos como las enfermedades, los azotes del foete del capataz, con las mordeduras de las sanguijuelas y hasta con la locura de querer ser dueño de la goma del vecino.
Hay que reconocer que las tribus indÃgenas han sido vistas como una mano de obra que ha servido para enriquecer a los que se han hacho llamar civilizadores o imperios, por ejemplo como se auto-denominaba J.Cesar Arana que se hacÃa llamar como un gran empresario de la Peruvian Company que tenia la sede de almacenamiento de la quina o caucho en Iquitos y después la trasportaba hasta las grandes potencias como los Estados Unidos e Inglaterra, en donde Ford utilizó este caucho para realizar neomaticos para los automoviles, de la bicicletas, y entre otros productos que pudieron ser realizados en esos paÃses que poseÃan las industrias, que se alimentaban de las materias primas que habÃan sido recolectadas con muchos padecimientos como las enfermedades, los azotes del foete del capataz, con las mordeduras de las sanguijuelas y hasta con la locura de querer ser dueño de la goma del vecino.