Los españoles alienaron a la población incaica por la imposición cruenta de la religión católica y diezmaron fÃsicamente a la población con los métodos de la esclavitud y las enfermedades que trajeron: tuberculosis, viruela, cólera, gonorrea, sÃfilis, peste, lepra, fiebre amarilla, piojos, pulgas, ratas, etc. En el tiempo que llegaron los españoles a América, las enfermedades en España eran consideradas castigo divino y las curaciones se realizaban con rezos, avemarias, penitencias, golpes de pecho, aleluyas, etc.; en la misma época en América ejercÃan la medicina cientÃfica: operaciones del cerebro, implantación de dientes, practicaban la cuarentena etc. Los invasores vivian en la media noche de la civilización. Cuando llegaron los españoles, el hemisferio occidental tenÃa 53.9 millones de habitantes y el imperio incaico 15.7 millones ( Livi-Bacci M 2006) y cuando fueron expulsados quedaron menos de 1 millón. Implantaron la religión a sangre y fuego; al nativo que no iba a misa los domingos lo azotaban públicamente, conducta contradictoria porque a los nativos los consideraban personas sin alma y a los que combatÃan a los explotadores civiles y religiosos, les marcaban en la cara con hierro candente la letra R, de rebelde, con el visto buena del clero. Durante la captura de Atahualpa, el cura Valverde estimulaba a la soldadesca de Pizarro: matad indios que yo los absuelvo. Posteriormente implantaron la inquisición, decÃan por amor, para salvar las almas de los herejes, institución más nefasta de la historia de la humanidad que llevaron a la hoguera a más de 400,000 personas en España y 40,000 en Portugal y destruyeron la mayor parte de los archivos de la inquisición cuando triunfo Napoleón , entre ellos el de Galileo Esta institución utilizó métodos de tortura más abyectos Al declarar Benedicto XVI que los nativos anhelaban a cristo silenciosamente, difunde otro pensamiento mágico, en que se sustenta la religión católica.
Los españoles alienaron a la población incaica por la imposición cruenta de la religión católica y diezmaron fÃsicamente a la población con los métodos de la esclavitud y las enfermedades que trajeron: tuberculosis, viruela, cólera, gonorrea, sÃfilis, peste, lepra, fiebre amarilla, piojos, pulgas, ratas, etc. En el tiempo que llegaron los españoles a América, las enfermedades en España eran consideradas castigo divino y las curaciones se realizaban con rezos, avemarias, penitencias, golpes de pecho, aleluyas, etc.; en la misma época en América ejercÃan la medicina cientÃfica: operaciones del cerebro, implantación de dientes, practicaban la cuarentena etc. Los invasores vivian en la media noche de la civilización. Cuando llegaron los españoles, el hemisferio occidental tenÃa 53.9 millones de habitantes y el imperio incaico 15.7 millones ( Livi-Bacci M 2006) y cuando fueron expulsados quedaron menos de 1 millón.
Implantaron la religión a sangre y fuego; al nativo que no iba a misa los domingos lo azotaban públicamente, conducta contradictoria porque a los nativos los consideraban personas sin alma y a los que combatÃan a los explotadores civiles y religiosos, les marcaban en la cara con hierro candente la letra R, de rebelde, con el visto buena del clero. Durante la captura de Atahualpa, el cura Valverde estimulaba a la soldadesca de Pizarro: matad indios que yo los absuelvo. Posteriormente implantaron la inquisición, decÃan por amor, para salvar las almas de los herejes, institución más nefasta de la historia de la humanidad que llevaron a la hoguera a más de 400,000 personas en España y 40,000 en Portugal y destruyeron la mayor parte de los archivos de la inquisición cuando triunfo Napoleón , entre ellos el de Galileo Esta institución utilizó métodos de tortura más abyectos Al declarar Benedicto XVI que los nativos anhelaban a cristo silenciosamente, difunde otro pensamiento mágico, en que se sustenta la religión católica.