Enlace permanente Enviado por Ernesto Rimarachi (no verificado) el Mié, 05/23/2007 - 18:17
Este es parece ser el Papa de los opresores, que tiene la arrogancia de condenar los gobiernos que buscan cambio en favor de los que menos tienen, mientras con un complice silencio acoge a los gobiernos que promueven la guerra, la muerte y el despojo. Resulta natural que desde su lujoso trono en el Vaticano no pueda ver a los pueblos indigenas que vienen clamando por justicia desde hace mas de 5 siglos, cuando bajo el poder de la espada y las misiones evangelizadoras vinieron a traer los problemas que aun no pueden solucionarse en nuestras tierras. Si desde entonces, la iglesia
validaba las atrocidades de los invasores, ladrones y asesinos de los conquistadores, hoy en dia la figura no ha cambiado mucho, solo de caras y palabras de moda, pero la escencia es la misma. Y aun se atreven a criticar a nuestros pueblos que creen en el sol que da vida y la madre tierra que nos acoge.
Este es parece ser el Papa de los opresores, que tiene la arrogancia de condenar los gobiernos que buscan cambio en favor de los que menos tienen, mientras con un complice silencio acoge a los gobiernos que promueven la guerra, la muerte y el despojo. Resulta natural que desde su lujoso trono en el Vaticano no pueda ver a los pueblos indigenas que vienen clamando por justicia desde hace mas de 5 siglos, cuando bajo el poder de la espada y las misiones evangelizadoras vinieron a traer los problemas que aun no pueden solucionarse en nuestras tierras. Si desde entonces, la iglesia
validaba las atrocidades de los invasores, ladrones y asesinos de los conquistadores, hoy en dia la figura no ha cambiado mucho, solo de caras y palabras de moda, pero la escencia es la misma. Y aun se atreven a criticar a nuestros pueblos que creen en el sol que da vida y la madre tierra que nos acoge.