Todos podemos contribuir en algo a frenar los efectos del cambio climático. Desde nuestras casas, con nuestros hijos, podemos empezar por contaminar menos: llevando una bolsa de tela para hacer nuestras compras y rechazando las de plástico; reciclando nuestros desechos (ahora hay varios puntos en Lima donde recogen plásticos, vidrio, metal, papel y también pilas usadas); caminando más y usando menos el carro o las combis; ahorrando el agua (no dejar correr el agua mientras uno se lava los dientes o al lavar los platos enjabonar toda la vajilla con el caño cerrado y enjuagar después); ahorrando energÃa utilizando focos ahorradores y pilas recargables; plantando árboles que tanta falta hacen en nuestra ciudad. También se contribuirÃa mucho no ensuciando las calles ni las playas con basura. Si uno come un helado o toma una gaseosa, pues tiene la obligación de no dejar botados los envases por ahÃ. BastarÃa con que cada persona siembre siquiera un árbol en su casa para contribuir a frenar en algo todas las desgracias que sin duda van a suceder si nos quedamos cruzados de brazos.
Todos podemos contribuir en algo a frenar los efectos del cambio climático. Desde nuestras casas, con nuestros hijos, podemos empezar por contaminar menos: llevando una bolsa de tela para hacer nuestras compras y rechazando las de plástico; reciclando nuestros desechos (ahora hay varios puntos en Lima donde recogen plásticos, vidrio, metal, papel y también pilas usadas); caminando más y usando menos el carro o las combis; ahorrando el agua (no dejar correr el agua mientras uno se lava los dientes o al lavar los platos enjabonar toda la vajilla con el caño cerrado y enjuagar después); ahorrando energÃa utilizando focos ahorradores y pilas recargables; plantando árboles que tanta falta hacen en nuestra ciudad. También se contribuirÃa mucho no ensuciando las calles ni las playas con basura. Si uno come un helado o toma una gaseosa, pues tiene la obligación de no dejar botados los envases por ahÃ. BastarÃa con que cada persona siembre siquiera un árbol en su casa para contribuir a frenar en algo todas las desgracias que sin duda van a suceder si nos quedamos cruzados de brazos.