De acuerdo. Ni es el fin de la partidocracia ni ha empezado la "rebelión de los caciques". Ha sido un golpe contundente al Centralismo, un fenómeno complejo que está metido hasta en la médula: hay centralismo económico (la ley del presupuesto), hay un centralismo polÃtico ("centralismo democrático" de los partidos) hay un centralismo moral ("el Perú es Lima, Lima es el jirón dela Unión..."), etc. Escribo desde Barcelona, España.
De acuerdo. Ni es el fin de la partidocracia ni ha empezado la "rebelión de los caciques". Ha sido un golpe contundente al Centralismo, un fenómeno complejo que está metido hasta en la médula: hay centralismo económico (la ley del presupuesto), hay un centralismo polÃtico ("centralismo democrático" de los partidos) hay un centralismo moral ("el Perú es Lima, Lima es el jirón dela Unión..."), etc.
Escribo desde Barcelona, España.