Muy interesante el artÃculo, estoy de acuerdo con casi todo su contenido. Discrepo en un punto, me parece que, aunque hayan existido pequeñas comunidades de humanos, en todo tiempo y lugar, que se rigieran por aquel bendito principio libertario que decÃa. "De cada uno según sus capacidades y a cada uno según sus necesidades". Yo pienso que esto es algo idÃlico, pero que el corazón humano es insaciable, y que incluso entre los miembros de tribus primitivas, el que tenÃa el poder se cubrÃa con las mejores pieles, se ponÃa los adornos más caros, etc. Recuerda esa frase de Gandhi que decÃa algo asà como que en la Tierra hay suficientes riquezas para cubrir las necesidades de todos y no las suficientes para colmar la ambición de un solo hombre.
Creo que los hombres que nos han precedido, los actuales y los que nos sucedan estamos hechos de la misma pasta, con las mismas pasiones, por lo que soy pesimista, vamos camino del abismo, llevándonos por delante a criaturas inocentes, es decir, al resto de seres vivos que comparten con los humanos un lugar en nuestra madre Tierra.
Muy interesante el artÃculo, estoy de acuerdo con casi todo su contenido. Discrepo en un punto, me parece que, aunque hayan existido pequeñas comunidades de humanos, en todo tiempo y lugar, que se rigieran por aquel bendito principio libertario que decÃa. "De cada uno según sus capacidades y a cada uno según sus necesidades". Yo pienso que esto es algo idÃlico, pero que el corazón humano es insaciable, y que incluso entre los miembros de tribus primitivas, el que tenÃa el poder se cubrÃa con las mejores pieles, se ponÃa los adornos más caros, etc. Recuerda esa frase de Gandhi que decÃa algo asà como que en la Tierra hay suficientes riquezas para cubrir las necesidades de todos y no las suficientes para colmar la ambición de un solo hombre.
Creo que los hombres que nos han precedido, los actuales y los que nos sucedan estamos hechos de la misma pasta, con las mismas pasiones, por lo que soy pesimista, vamos camino del abismo, llevándonos por delante a criaturas inocentes, es decir, al resto de seres vivos que comparten con los humanos un lugar en nuestra madre Tierra.