Enlace permanente Enviado por Nestor Paiva Pi... (no verificado) el Lun, 08/21/2006 - 22:49
Una de las principales caracterÃsticas de nuestro tiempo es que todas las cosas pasan muy deprisa. Lo que nos anunciaban que tendrÃa lugar en el futuro, no te das cuenta y ya es una realidad en el presente. Pero no siempre nosotros nos preparamos mental, convivencial, estructuralmente a la misma velocidad y, entonces, los acontecimientos nos sobrepasan. Hasta hace sólo algunos años, las culturas se ubicaban en diferentes espacios geográficos. Las estudiábamos en la escuela, en los diversos documentales de televisión o en revistas especializadas. Nos podÃan parecer más o menos interesantes, pero casi siempre nos despertaban mucha curiosidad. Pero actualmente, en espacios geográficos muy estrechos, por ejemplo una ciudad, una comarca, etc., conviven culturas diferentes. Esto ha hecho que muchas cosas hayan cambiado; entre ellas, que las culturas ya no sean sólo un motivo de estudio o de investigación, sino sobre todo, un motivo de convivencia.
Una de las principales caracterÃsticas de nuestro tiempo es que todas las cosas pasan muy deprisa. Lo que nos anunciaban que tendrÃa lugar en el futuro, no te das cuenta y ya es una realidad en el presente. Pero no siempre nosotros nos preparamos mental, convivencial, estructuralmente a la misma velocidad y, entonces, los acontecimientos nos sobrepasan. Hasta hace sólo algunos años, las culturas se ubicaban en diferentes espacios geográficos. Las estudiábamos en la escuela, en los diversos documentales de televisión o en revistas especializadas. Nos podÃan parecer más o menos interesantes, pero casi siempre nos despertaban mucha curiosidad. Pero actualmente, en espacios geográficos muy estrechos, por ejemplo una ciudad, una comarca, etc., conviven culturas diferentes. Esto ha hecho que muchas cosas hayan cambiado; entre ellas, que las culturas ya no sean sólo un motivo de estudio o de investigación, sino sobre todo, un motivo de convivencia.