Concurso de chaquitaclleros por aniversario de la Comunidad Campesina San Miguel de Pallanchacra. Imagen: Radio Kantu |
- Tal fue una de las conclusiones del V Seminario regional agricultura y cambio climático que organizaron CEPAL y FAO con la colaboración de la cooperación francesa.
Servindi, 24 de agosto, 2014.- Es necesario reconocer los conocimientos tradicionales acumulados por los agricultores familiares y los pueblos originarios y nutrirse de ellos para adaptarse al cambio climático.
Así lo plantearon expertos en la inauguración del V Seminario regional agricultura y cambio climático organizado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con auspicio de la Cooperación Francesa y el patrocinio de IICA y Oxfam Gran Bretaña.
En el evento desarrollado el 20 y 21 de agosto tuvo como tema "agrobiodiversidad, agricultura familiar y cambio climático", en el que participan funcionarios de los ministerios de Agricultura y Planificación de la región, representantes de organismos de innovación agrícola y especialistas internacionales.
En sus palabras de apertura, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), recordó que la región ha sido centro de origen de diversas especies agrícolas, como el maíz y la papa.
Bárcena destacó "el tremendo rol que han jugado los pueblos originarios y los agricultores familiares seleccionando y manejando estas variedades generación tras generación". "Esta acumulación de conocimiento no ha sido suficientemente reconocida", afirmó.
Según la alta representante, el cambio climático ya está generando efectos importantes en el ciclo del agua, en los suelos y en las zonas costeras de América Latina y el Caribe, especialmente en América Central, por lo que es necesario actuar de forma urgente.
"Necesitamos desarrollar sistemas agrícolas más diversificados y resilientes, desarrollar alternativas productivas en condiciones climáticas variables", enfatizó Bárcena.
Ella resaltó el seminario "como una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la agricultura familiar, no solamente como productora de alimentos, sino también como protectora de la agrobiodiversidad".
Pascal Delisle (Cooperación francesa), Raúl Benítez (FAO) y Alicia Bárcena (CEPAL). Foto: CEPAL |
Raúl Benítez, Representante Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sostuvo que 16 de los 33 países de la región ya han cumplido el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que establece reducir a la mitad del porcentaje de personas con hambre entre 1990 y 2015.
"Como región cumpliremos esta meta", dijo, al tiempo que identificó diversos desafíos pendientes, como aumentar la producción de alimentos, reducir los desperdicios y pérdidas y proteger el medio ambiente.
En tal sentido, recordó que la agricultura familiar representa 80 por ciento de los productores de América Latina y el Caribe y genera 50 por ciento del empleo rural.
"Si podemos apoyar a los gobiernos y a las organizaciones de productores, promoviendo políticas públicas adecuadas para encarar el cambio climático y dotar de recursos a los agricultores familiares, habremos dado un gran paso para asegurar que ningún hombre, mujer, niño y niña tenga que vivir con hambre en nuestra región".
"Podemos ser la última generación de latinoamericanos y caribeños en convivir con el hambre", expresó.
Por su parte, Pascal Delisle, Consejero Regional de Cooperación de Francia, señaló que "en este Año Internacional de la Agricultura Familiar nos parece muy importante analizar no solamente su contribución al sector agrícola, sino también su reconocida capacidad de adaptación y resiliencia al cambio climático".
El evento contó con la exposición de Graciela Magrín, experta argentina miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
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Con información de la Cepal: http://www.cepal.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/comunicados/6/53576/P53576.xml&
Comentarios
Pues entonces, los pueblos originarios necesitan de sus voces para detener las "inversiones" desenfrenadas de minería y petróleo en territorios de derecho consuetudinario de los pueblos originarios.
Seamos consecuentes con nuestras palabras y hechos.
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