Bolivia: Claves para entender a Bolivia. Carta a la Ministra Rivero

Publicamos una carta del periodista Julio Peñaloza Bretel dirigida a Susana Rivero, Ministra de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente. El texto permite comprender algunas de las claves del proceso político, social y cultural de un país diverso, que cuenta con un 62 por ciento de ciudadanos de origen indígena y que es gobernado, precisamente, por Evo Morales, originario del pueblo aymara.

La misiva fue publicada ayer en el blog del periodista y se dirige en un tono personal a Susana Rivero, quién trabajó varios años en el Centro de Estudios Jurídicos y de Investigación Social (CEJIS), asesorando a pueblos indígenas de tierras bajas.

En el tercer día de este flamante y por ahora grisáceo 2008, he rebobinado la película de nuestras conversaciones de diciembre Ministra. Veo con desasosiego las cada vez más defectuosas, imprecisas e inexactas versiones periodísticas que hacen de las mediaciones entre figuras públicas y sociedad, un hecho carcomido en la cotidianidad por la falta de prolijidad para la obtención y la difusión del dato o la noticia, y ausencia casi absoluta de la auténtica pasión periodística para investigar esta multiforme y contradictoria realidad boliviana.

Por eso, querida Ministra, porque te conozco desde hace tanto tiempo, quiero decirte desde este mi personal espacio, que debes estar tranquila, que debes sentirte profundamente orgullosa por todo lo que hasta hoy hiciste al frente de esa monstruosidad de ministerio que involucra a casi la mitad de los habitantes del país: Desarrollo Rural, Agropecuario, Medio Ambiente, Tierras, Coca, INRA, SENASAG, y un largo etcétera de reparticiones descentralizadas.

Es bueno que algunos dirigentes de las organizaciones sociales que quieren acomodar a sus amigos y acomodarse ellos mismos, te fustiguen. Es bueno que el empleado de los agroexportadores de Santa Cruz, Mauricio Roca, también arremeta sin misericordia contra tí.

Eso significa que no cediste ante los buscapegas sin preparación técnica alguna y que ahuyentaste a quienes se consideraban casi propietarios del Ministerio de "Agricultura" para hacer lo que les daba la gana, con ministros puestos por la CAINCO, la CAO, FEGASACRUZ y hasta el propio Comité Cívico Pro Santa Cruz durante más de dos décadas.

Fuiste igual de severa e implacable con Hugo Salvatierra, tu antecesor, que hizo un irresponsable e inescrupuloso carnaval con más de cien tractores, y con Branko Marinkovic, procesado por apropiación indebida de la Laguna Corazón y extensiones que históricamente son propiedad de los indígenas guarayos.

Ni cómo sospechar de tí, nada que reclamarte. Primero hay que acabar con los corruptos e infiltrados dentro de casa, como ningún ministra/o lo había hecho hasta aquí, desde 1982, y luego hay que ir, contra los latifundistas ladrones, atrabiliarios y fascistas que se oponen a una distribución equitativa de la tierra y a una ocupación legítima de sus ancestrales territorios.

No te atormentes querida Susana por tanta estupidez que debiste escuchar en el camino.

Hoy día, está formulado un modelo alternativo de desarrollo rural que fuiste capaz de pensar para que el Estado le ponga freno al abuso de los ricachos que a nombre de la iniciativa privada le chuparon la sangre a ese mismo Estado para después decir muy campantes que es ineficiente y corrupto. Claro, ineficiente y corrupto, producto del tráfico de influencias con que fue instrumentado por ellos mismos a partir, sobre todo, del banzerato (1971-1978).

Nadie creía que lograrías titular las tierras de Monte Verde, ni que desatarías el proceso de liberación de las comunidades guaraníes cautivas en estado de esclavitud. Muchos querían que rodaras por el despeñadero cuando te hicieron decir cosas que nunca dijiste y te viste obligada a escribir una carta de cuatro carillas al presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz, para ofrecerles pormenorizadamente testimonio conceptual y documentado de tus derechos como persona y funcionaria pública. Por supuesto que eso no se publicó, porque obviamente muchos de mis colegas hubieran hecho el ridículo y evitar el ridículo parece ser más importante que respetar el derecho a informar de un ciudadano y un funcionario público.

Nadie sabe que para sacar la carne vacuna de San Borja y abastecer los mercados del eje La Paz-Cochabamba-Santa Cruz tuviste que arriesgar el pellejo aterrizando en una pista oscura, amenazada por gente armada que te esperaba y volando en un avión guiado por la luz de la luna. Todas esas cosas Ministra no salen, ni saldrán en los medios, no reconocerán nunca que hiciste eso para que la gente pudiera ir a los mercados de las ciudades a conseguir la carne a precios razonables y simultaneamente presentarle batalla a quienes habían fraguado el ocultamiento y la posterior especulación de precios con el objetivo de persistir en el intento de conspirar contra Evo y el gobierno.

Cuando llegaste al despacho el 23 de enero de 2006 no había casi nada Ministra. A casi un año de esa llegada, junto con un muy reducido equipo de personas comprometidas y capaces que trabajan a pocos metros de tu oficina, armaste una estructura, un funcionamiento, unos dispositivos para evitar las irresponsabilidades de los manos largas de siempre y creaste algo que hasta hace tres años era mala palabra: Una empresa ¡estatal! -Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA)- que permitirá una relación entre Estado y productores que optimizará el trabajo de las mujeres y los hombres del agro con un capital inicial de 24 millones de dólares, recibiendo mejores precios por su trabajo que los que hasta hoy reciben de los grandes inversionistas que se llenan la boca afirmando que cumplen religiosamente con la Función Económica Social (FES) de sus grandes propiedades.

Esto y mucho más es el resultado de tu trabajo y lamentablemente, también, con indeseables consecuencias en tu salud.

Pasarán los meses y los años, si la ruta que trazaste, y los paradigmas recientemente plantados funcionan, podremos decir que la realidad rural boliviana comenzó a ser distinta a partir de este trabajo pensado por y para la gente. Como tiene que ser el trabajo de un servidor público.

Cuídate querida Ministra. Has hecho un trabajo extraordinario y con todo lo que siento por tí, no podía hacer otra cosa que escribir unos cuantos ejemplos de tu trabajo, esos que no salen en los medios, y que incluso son perdidos de vista por los propios colegas del proyecto político en el que te encuentras embarcada.

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Fuente: Publicado por Julio Peñaloza Bretel en su blog: http://juliopenalozabretel.blogspot.com/2008/01/carta-la-ministra-rivero.html