Por César Lévano*
4 de julio, 2013.- La muerte de Virgilio Roel me puebla de congoja y de recuerdos. Nos unió, en la temprana juventud, la inquietud política, impulsada por un país de injusticia, dictadura, desprecio para el pueblo, en particular desdén por el indio.
Virgilio se hizo aprista en los años 40 del siglo pasado, cuando el Apra era un partido antiimperialista, antifeudal y antioligárquico. Rompió con el Apra a raíz de la traición de la cúpula aprista a la insurrección del 3 de octubre de 1948, la cual Haya de la Torre mismo había alentado.
Virgilio fue a parar a la Cárcel Central de Varones. Supe de él por las cartas que dirigía a sus compañeros de la Juventud Aprista, con quienes compartía yo las celdas del Sexto. Ahí estaban presos también decenas de marineros de la frustrada rebelión. Como se sabe, la totalidad de la marinería, incluidos algunos jefes y oficiales, se había sumado al movimiento.
Algunos de los jóvenes apristas presos empezaron a inclinarse hacia el comunismo. Recuerdo que al salir libre en 1951, fui portador de un mensaje escrito de esos mozos dirigido a Nadeira Barahona, con quien años después se casaría Virgilio. Era ella famosa porque, siendo adolescente, se enfrentó, revolver en mano, a la invasión con tanques de la Casona de San Marcos. Era signo del cuartelazo del general Manuel Arturo Odría, el 27 de octubre de 1948. Con juvenil temeridad, llevé el mensaje a Nadeira, presa y aislada, con vigilancia policial, en una ergástula del Hospital Arzobispo Loayza.
Esto viene a cuento porque, al surgir la restauración democrática de 1956, nos reencontramos en la calle con Nadeira y con Virgilio, ya convertidos en militantes del PCP. Virgilio era un alumno estudioso de Economía en San Marcos. Éramos muy pobres y muy unidos.
En uno de sus 60 libros, el titulado “Cultura peruana e historia de los Incas”- 2002, escribió esta dedicatoria: “Para César Lévano, a modo de fraterno recuerdo de nuestros años heroicos”.
En esos años se forzó el maestro de la economía y la historia. Del PC fuimos expulsados por discrepancias políticas respecto al segundo régimen de Manuel Prado. A Juan Pablo Chang-Navarro Lévano, también expulsado, un jefe comunista lo llamó, calumniosamente, “semipolicía”. Chang iba a morir peleando con junto al Che.
Virgilio estudió econometría, becado, en Europa. Organizó en 1963 el Instituto Nacional de Planificación, eliminado por los Fujimori y García, y que tanta falta le hace a la Universidad Socialista del Perú.
Llevado por su pasión respecto del pasado de lucha y creación del pueblo andino, fue coordinador del Movimiento Indio Peruano. Como su hermano el gran musicólogo Josafat Roel, fue un incansable hurgador del tesoro social y cultural de nuestro pueblo.
En Virgilio Roel Pineda el estudio de la economía y de la historia significaba rastrear las huellas del pasado para trazar la ruta del futuro.
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Fuente: Publicado el domingo 30 de junio en el diario La Primera, del cual César Lévano es director: http://www.laprimeraperu.pe/online/columna-del-director/roel-amigo-fraterno_142751.html
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