Guatemala: Tras matanza, Presidente Otto Pérez prohibe al Ejército reprimir protestas

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Servindi, 12 de octubre, 2012.- Tras la reciente muerte de ocho indígenas k’iches en Guatemala, presuntamente a manos de soldados, el presidente Otto Pérez Molina prohibió ayer que el ejército intervenga en la contención de manifestaciones.

Como se recuerda, una protesta de indígenas k’iches que tuvo lugar en el departamento indígena de Totonicapán, al este de Guatemala, terminó con la muerte de ocho nativos la semana pasada, cuando indígenas bloqueaban la Carretera Interamericana.

Los indígenas protestaban contra la reforma constitucional que promueve el Gobierno, así como por el alza de las tarifas eléctricas.

Tras el enfrentamiento, el presidente Otto Pérez Molina solicitó anteayer a sus ministros que en las protestas o manifestaciones de este tipo no se utilice al Ejército como medio de disuasión.

Asimismo, encomendó a la Policía Nacional Civil la labor de intervenir en controlar manifestaciones "aunque no tenga los recursos ni los elementos necesarios", detalló el ex general del Ejército

Igualmente, dispuso que se publiquen los protocolos que deberán ser seguidos por la fuerza pública durante las manifestaciones para que sean de conocimiento de la población.

El presidente aseguró ser el principal interesado en que se aclare la matanza y afirmó que acatará los resultados de las investigaciones que realiza la Fiscalía.

Ocho soldados se encuentran detenidos en el cuartel del Ejército hasta que concluyan las investigaciones. Los efectivos confesaron haber disparado al aire y en defensa propia.

Señalan responsabilidad del Estado

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirmó la existencia de indicios que responsabilizarían al Estado de Guatemala en la matanza de indígenas.

"Existen elementos relevantes para considerar que la muerte de las personas podría comprometer la responsabilidad del Estado de Guatemala bajo la figura de ejecución extrajudicial o arbitraria", indicó a la prensa el representante de la entidad en Guatemala, Alberto Brunori.

Asimismo, informó que las investigaciones del Instituto de Ciencias Forenses de Guatemala "confirmó que al menos tres personas murieron por disparos de bala que provinieron de armas que portan los miembros del ejército".

Brunoni indico que la manifestación fue pacífica y que no existían evidencias de que los nativos estuviesen armados.