Hemos recibido y difundimos de inmediato un llamado urgente para todos y cada uno de las personas suficientemente sesnsibles como para suscribir un profundo clamor, de rabia o desesperación, como ustedes elijan, y protestar por la aniquilación del pueblo Jarawa, ubicado en las Islas Andamán, víctimas de una nueva epidemia de sarampión.
Algunos de ustedes deben estar al tanto del acelerado deterioro de la situación de los Jarawa de las Islas Andaman, que alcanzan una población aproximada de 300 personas.
Una nueva epidemia de sarampión los ha atacado, afectando a los niños que nacieron después de la última epidemia en 1999. Esto no habría sucedido si el Directorio de los Servicios Médicos en las islas hubiera hecho lo que públicamente aseguró que estaba haciendo: vacunando regularmente a los Jarawa contra infecciones letales de las cuales no tienen inmunidad.
Durante los foros realizados por orden judicial en 2004, el directorio de los Servicios Médicos argumentó vehementemente a favor del derecho de intervenir de esta manera, y ganó. Su intervención moderada ha dado como resultado esta actual epidemia.
En realidad, esta última crisis es solo una de una serie de eventos alarmantes que han sido difundidos durante los últimos meses. Otras noticias incluyen las recientes muertes de niños Jarawa por cocodrilos. Y un grupo de niños Jarawa, aparentemente todos huérfanos debido a epidemias recientes y no reportadas, han formado en el bosque su propio grupo que vive cerca de áreas colonizadas.
Incapaces de recolectar o cazar con efectividad, su único medio de sobrevivencia es el intercambio de productos forestales valiosos, con los colonos. No tienen seguridad alimentaria; además, la constante interacción con los foráneos los hace vulnerables a nuevas infecciones. Estos cambios muestran que la grave situación, respecto a la cual hemos estado advirtiendo a las autoridades por varios años, se esta haciendo realidad.
Desde que los Jarawa abandonaron sus armas en 1998, su bosque ha sido invadido por cazadores y pescadores furtivos, algunos de los cuales proporcionan comida o alcohol a los Jarawa a cambio de permisos de extracción.
En vez de proteger la reserva y sus recursos contra tales extractores, o a los Jarawa contra un contacto tan dañino como ese, las autoridades sancionan a los Jarawa cuando ellos toman venganza.
Por ejemplo, poco después del tsunami, delincuentes desconocidos robaron a un grupo Jarawa una provisión completa, invalorable, de miel de abeja, en respuesta a lo cual este grupo atacó una aldea ilegal de colonos. Las autoridades trasladaron de manera forzada a los Jarawa desde el sitio donde habitaban.
Mayormente, los grupos Jarawa que han sido afectados por la epidemia de sarampión viven cerca o a lo largo de la Carretera Troncal Andaman, la cual, inclusive mientras hablamos, esta siendo ampliada en flagrante violación de la Orden de cerrar la carretera, emitida por la Corte Suprema en el año 2002.
Para quienes hemos estado siguiendo de cerca los hechos producidos en las islas, no nos parece que sea mera coincidencia que los sucesos ocurridos sean tan estrechamente paralelos a la visión expuesta por el político Manoranjan Bhakta, con una larga presencia en la zona. Él ha solicitado el ensanchamiento de la Carretera Troncal Andaman, en vez de que ésta sea cerrada y, también, de manera reiterada, ha expuesto su deseo de ver a los Jarawa asentados y ubicados en un solo lugar.
Si los Jarawa no continúan viviendo en el bosque, sus invalorables recursos pueden ser utilizados por otros actores tales como extractores de madera, constructores en busca de arena, operadores de turismo en busca de arrecifes de corales, etc.
Los Jarawa viven en la última extensión prístina del llamado Gran Bosque tropical Siempreverde, en las Islas Andaman, y lo es precisamente porque ellos la han defendido con sus vidas. Con los Jarawa fuera, los bosques y arrecifes serán inmediatamente puestos a libre disposición (sin los bosques, los Andaman se volverán incapaces de vivir por falta de agua y decenas o miles de personas tendrán que ser trasladadas a tierra firme. Pero las autoridades parecen no preocuparse por estas cosas).
Hasta cierto punto, la presencia Jarawa ha obstaculizado los planes de desarrollo para las islas, en los bosques de la región central y sur de las Islas Andaman. Sin embargo, los Jarawa están sucumbiendo muy rápido a tan compleja arremetida.
Solo podemos concluir que los múltiples fracasos de la administración Andaman en cerrar la Carretera Troncal Andaman, proteger el bosque Jarawa de la invasión, y proteger la salud de los Jarawa, son actos de deliberada y calculada negligencia con una idea de diezmar a la población Jarawa restante.
Después de haberse desarrollado por más de 60,000 años en estas islas, los Jarawa están ahora en el ocaso. Para deshacerse de ellos no fue necesario alinearlos y dispararles. Uno solo tiene que establecer contacto, y luego solo esperar que la enfermedad y la necesidad hagan lo suyo. La administración de Andaman ha seguido consistentemente esta línea de actuación. En nuestra opinión, esto equivale al genocidio.
Todos estos años hemos tratado de conducir el problema a través de los canales regulares. Nos hemos emocionado con las órdenes judiciales y nos hemos asombrado cuando éstas no fueron implementadas. Nos hemos infiltrado en seminarios y escrito peticiones para hacernos escuchar. Todo el tiempo hemos recibido afirmaciones aparentemente ciertas que lo necesario sería hecho. No creemos más en ellas. Este es para nosotros es un último clamor. Queremos expresar nuestra angustia ante el hecho que este genocidio este sucediendo ante nuestros ojos, y frente a la vista del mundo.
Por favor, únase a nosotros. Envíe cartas de protesta a las direcciones indicadas líneas abajo. Transmita este mensaje a sus amigos. Si usted es periodista, escriba sobre los Jarawa. Si pertenece a un grupo activista, por favor, involúcrese. Dejemos a los Jarawa, por lo menos, llevar el luto.
Dr. Madhusree Mukerjee y Dr. Sita Venkateswar
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Por favor, envíen cartas masivas a:
Ms. Sonia Gandhi Dr. Manmohan Singh
10, Janpath Prime Ministers Office
New Delhi - 110 011 South Block
India Raisina Hill
New Delhi 110 001
India
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