ALC Noticias, Brasilia, 4 de mayo 2006.- Activistas de la ONG alemana Robin Wood y dos indígenas brasileños bloquearon esta mañana la entrada de la empresa multinacional Procter&Gamble, en la ciudad de Neuss, cerca de Dusseldorf, en protesta por la expulsion de comunidades indígenas de sus tierras ancestrales, informó el Consejo Indigenista Misionero (CIMI).
La ONG Robin Wood, especializada en temas ambientales, expresó su preocupación por la situación de las comunidades tupiniquim y guaraní expulsadas de sus tierras en el estado de Espíritu Santo, en el noreste de Brasil, por la multinacional Aracruz. Esta empresa, la mayor productora mundial de celulosa blanqueada, posee en la región más de 247 mil hectáreas de plantaciones de eucalipto. La Procter&Gamble compra materia prima de Aracruz para la producción de servilletas de papel Tempo, una de las más conocidas en Europa, y los papeles higiénicos "Charmin" y "Bess".
Paulo Henrique Vicente de Oliveira, tupiniquim de la aldea Caieira Velha, y Wera Kwaray, de la aldea Buena Esperanza, del estado de Espíritu Santo, se sumaron a la protesta de la ONG Robin Wood, según nota del CIMI, organismo vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil.
"Los alemanes deben saber que nosotros, tupiniquim y guaraníes, fuimos brutalmente expulsados por causa de la materia prima de Tempo", denunció Paulo Henrique, que coordina la Articulación de los Pueblos Indígenas del Noreste de Minas Gerais y Espíritu Santo (APOINME), la segunda organización indígena en Brasil.
Según el cacique Wera Kwaray, de la aldea guaraní Buena Esperanza, la Procter&Gamble también tiene responsabilidad por el robo de las tierras, la destrucción de los bosques y la contaminación de los ríos por los agroquímicos perpetrados por la empresa Aracruz.
Los indígenas presionan a la multinacional alemana para que ella, a su vez, presione a Aracruz para que devuelva 11.009 hectáreas a las comunidades indígenas en Espíritu Santo.
Estudios antropológicos de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), efectuados en 1996, identificaron 18 mil hectáreas de tierras indígenas tupiniquim y guaraní en Espíritu Santo. Dos años después, fueron demarcadas apenas 7.061 hectáreas, una decisión inédita que permitió la disminución de tierra después de un acuerdo con Aracruz Celulosa, dice el texto del CIMI.
Comunidades indígenas y la empresa disputan ante la Justicia las otras 11 mil hectáreas de tierra. El 20 de enero de este año, en una acción de la Policía Federal las comunidades guaraníes y tupiniquim fueron expulsadas de de sus tierras, que habían sido autodemarcadas el año anterior. Todas las casas de las aldeas Córrego de Ouro y Olho d'Água fueron destruidas.
Las comunidades indígenas de Espíritu Santo exigen a Procter&Gamble que cancele el contrato con Aracruz Celulosa, mientras esta empresa no resuelva el conflicto de tierras.
Fuente: ALC Noticias, Agencia Latinoamericana y Caribeña de comunicación
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