Por Kanchi Kohli
28 de noviembre, 2011.- Los nuevos mecanismos de REDD y REDD+ creados en el debate sobre el cambio climático han contribuido a aumentar la mercantilización de los bosques, dado que esos sistemas asociados a la mitigación del clima y a sistemas de manejo forestal
permiten mayor movilidad e intercambios a través de países y continentes, dicen Kanchi Kohli y Manju Menon, de la organización india Kalpavriksh, en la reciente publicación “Banking on Forests: Assets for a Climate Cure?”
Aun sin haber llegado a un acuerdo internacional, tanto REDD como REDD+ funcionan con un doble mecanismo financiero en el que el dinero proviene de subvenciones bilaterales o multilaterales voluntarias así como de un mecanismo basado en el mercado, según el cual el carbono de los bosques de un país puede ser comercializado para que otro país cumpla sus metas de emisión. El programa REDD impulsado por las Naciones Unidas (UN-REDD) afirma que se trata de un “esfuerzo por dar un valor financiero al carbono almacenado en los bosques, ofreciendo incentivos a los países en desarrollo para que reduzcan las emisiones de las tierras boscosas e inviertan en lograr un desarrollo sostenible por vías con bajo contenido de carbono”, mientras que el dinero de REDD+ se usa para mantener reductos de bosques y para generar nuevos “depósitos de carbono”, lo cual significa, en la práctica, establecer plantaciones de árboles. En ambos casos el objetivo final es conservar el carbono o crear sumideros de carbono.
El informe de Kalpavriksh explica que, en la India, la “Misión Nacional por una India Ecológica” (GIM en inglés), aprobada en febrero de 2011, forma parte del Plan de Acción Nacional sobre el Cambio Climático (NAPCC) y apunta a aumentar la cobertura forestal en 5 millones de hectáreas de tierras boscosas o no boscosas, así como a mejorar la calidad de dicha cobertura en otros 5 millones de hectáreas. Para lograrlo, la Misión se asociaría con programas ya establecidos, lo cual incluye los beneficios disponibles gracias a REDD+, el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y otros mecanismos de mercado.
No sólo los bosques sino también otros ecosistemas serán considerados para aumentar la captura y el almacenamiento de carbono; eso incluye tierras dedicadas a muchos otros usos, como por ejemplo las tierras marginales. Sin embargo, las tierras que la GIM define como tierras agrícolas marginales o abandonadas se dedican a múltiples usos, no reconocidos formalmente, como el pastoreo, o forman parte de los ciclos de cultivo itinerante; si se las foresta se resentirá la situación socio-económica de las comunidades que dependen de ellas. Los pueblos del bosque, a través de sus movimientos, han señalado que los programas de forestación cambian la naturaleza de los ecosistemas y reducen directamente el acceso de los pueblos a los productos del bosque y al alimento para el ganado, privando a los habitantes del bosque y a los adivasi (pueblos indígenas) de parte de sus tierras o de todas ellas.
Los autores de la organización Kalpavriksh concluyen que “la GIM se muestra favorable y abierta a cualquier rumbo que tomen las negociaciones climáticas sobre el tema de los sumideros de carbono. En esa materia, el país está dispuesto a recibir dinero a través de subvenciones, del sector privado y de otros programas vinculados al carbono forestal”. También señalan que, desde 2009, los Departamentos Forestales estatales han estado recibiendo dinero recolectado en el transcurso de los años como compensación o pago del Valor Actual Neto en los casos en que los bosques han sido afectados a otros usos, como la minería, la expansión industrial o la construcción de infraestructuras. Ese dinero se usó en planes de forestación, como sucedió en el estado de Uttarakh, que ha asignado fondos para plantaciones por intermedio de los comités locales de Gestión Conjunta de Bosques. El estado de Karnataka también ha propuesto establecer plantaciones industriales e incluso plantas comerciales como las usadas para fabricar biocombustibles. Del mismo modo, los estados de Madhya Pradesh y de Himachal Pradesh han propuesto destinar respectivamente el 38,8% y el 28,4% de su presupuesto del Valor Actual Neto para 2010-2011 al establecimiento de plantaciones.
El informe de Kalpavriksh es concluyente: los diversos procesos que consideran los bosques como productos comerciales o como reservas para la conservación encuentran lugar en la GIM, que trata a los bosques como “un producto móvil e intercambiable, ya sea a escala nacional o mundial. Cada vez que cambia la unidad de medida, llega más dinero a los cofres de las oficinas forestales, con el pretexto de convertir los bosques o de conservarlos. La GIM también funciona bien en un sistema global en el que es posible ver los bosques como activos de los que se puede disponer, a determinado precio, para proveer créditos de carbono forestal a actores internacionales”.
Si bien es poco probable que a corto plazo se llegue a un acuerdo vinculante en materia de reducción de emisiones, muchos predicen que el mercado de carbono de REDD tiene futuro y que, por consiguiente, abrirá el camino a la mercantilización de los bosques de la India y a la expansión de los monocultivos de árboles.
Artículo basado en el informe: “Banking on Forests: Assets for a Climate Cure?”, de Kanchi Kohli y Manju Menon, Kalpavriksh, http://www.kalpavriksh.org/list-of-books/books-in-print/201-env-a-development-books/90-environment-a-dev-books, y en dos documentos de información : “Compensatory Afforestation and Net Present Value Payments for Diversion of Forest Land in India” y “Loss or Gain. The National Mission for a Green India”, de los mismos autores, enviados por Kanchi Kohli, correo electrónico: [email protected].
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Fuente: Boletín del WRM Nº 172: http://www.wrm.org.uy/boletin/172/opinion.html#8
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