Servindi, 20 de octubre, 2011.- Diversas organizaciones indígenas y sociales de Uruguay se protestaron en contra del proyecto minero Aratirí amenaza el agua y sus actividades económicas, el pasado 12 de octubre en Montevideo.
Con banderas de Uruguay o de Artigas miles de manifestantes se movilizaron desde la Plaza del Ejército al Palacio Legislativo para exigirle al gobierno de turno que escuchen sus demandas.
La marcha titulada “Por la tierra y en defensa de los bienes naturales” fue convocada por productores y trabajadores del eje de la ruta 7 (Cerro Chato, Valentines, Santa Clara de Olimar, Tupambaé, Arévalo y el Rosario), y los de Costa de Rocha.
Asimismo, fue respaldada por el Consejo de la Nación Charrúa (CONACHA), la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas y el colectivo Lucha por la Tierra y el Movimiento por un Uruguay Sustentable.
A diferencia de la anterior marcha, convocada para el 13 de mayo, el número de jinetes y simpatizantes presentes se triplicó.
Según Julio Gómez, productor de Cerro Chato, ahora “las personas están tomando más conciencia de lo que significa la actividad minera”.
Los pobladores uruguayos se manifestaron en contra de las actividades de la empresa debido a que esta afectaría entre 3.000 a 4.000 hectáreas, las cuales son zonas de producción de alimentos.
Del mismo modo, enfatizaron que se contaminaría el Río Negro, el Yi y la zona de las Palmas (Durazno), y precisaron que en Santa Clara y Cerro Chato viven alrededor de 10 mil habitantes.
Según informa La Diaria en dichas zonas ya están pedidos los padrones de las tomas de agua de OSE, por lo que la reubicación de ambos pueblos es inminente.
A la movilización también asistió la Asociación de Estudiantes de Agronomía. Una de sus integrantes, Soledad Arocena, mencionó que “la conservación de los recursos naturales es fundamental”. Agregó que hace falta más información al respecto.
Estuve presente Claudia Perogurría, una almacenera de Cerro Chato y productora ganadera, quien en el 2010 le ganó un juicio a la minera por destrozos en su predio de 7 hectáreas. Ella explicó que por dichos daños recibió una indemnización de 5.000 dólares.
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