22 de abril 2006.- El Gobernador Gildo Insfrán asistió a la inauguración oficial del tercer Encuentro de pueblos Originarios de América que se llevará a cabo en la zona del puerto nuevo. El programa incluyó actividades desde las 14 horas en la Carpa Pincén con la licenciada Katya Gibaja aludiendo a Niños de llullayllaco; a Vilma Díaz y Zárate sobre "Los diseños indígenas argentinos" y Bernabé Pintos acerca del "Futuro de la indolatinoamericana".
En la Carpa Tupaj Amaru, entretanto, la chilena Sofía Painiqueo expuso acerca de "Cosmovisión mapuche";la uruguaya Mónica Michelena sobre el "Homenaje al cacique charrúa Vaimaca Perú"; Tupaj Enríquez de EEUU sobre el "Tratado de Teotihuacán" y la brasileña Lucía Godoy , acerca de "Xico y Fulnió".
También desde las 14 horas, en la Carpa Juan Calchaquí, Carmelo Sardinas se referirá a "Instrumentos originarios de América Latina"; Nélida Montero a "Casamiento Comechingón";Romualdo Diarte a "Ejecución de Nobiqué"; Jaime Torres a "Ejecución del charango" y el mexicano Thaayrohyadi a "Tihta, el temazcal otomí".
Finalmente, en la Carpa Calfucurá Julio Arroz se referirá a "Sikuris en Punta Corral"; Filemón Herrera de Panamá disertará acerca de "Ceremonia tradicional de la chicha"; otra vez Julio Arroz peor esta vez para abordar acerca de "Entre la selva y la puna";el mexicano Thaayronhiadi a "El despertar de la energía femenina sagrada"; Sofía Painiqueo a "Por que nos llamamos mapuches" y el brasileño Mestre Tchydjo a"Pueblos del Alto Xingu".
En cuanto a los espectáculos musicales, hoy subirán al escenario principal del III Encuentro de Pueblos originarios de América , entre otros, Jaime Torres, Suna Rocha, Julio Palacios y Fortunato Ramos así como también los locales Isaias Shitaky y Ema Cuañeri.
Un hito histórico
Los participantes llegados desde distintos puntos del continente no solamente quedaron entusiasmados con la iniciativa formoseña de lanzar este acontecimiento al que han calificado como un hito histórico, sino que también ponderaron la vigencia en la provincia de una política de defensa de los valores culturales propios y el apego de su máxima autoridad a todo lo que conforma la identidad provincial.
Delegados de México, Guatemala, Chile, Perú y Bolivia, entre otros, que ya habían estado en los dos encuentros anteriores, recordaron quedaron el mensaje del gobernador Gildo Insfrán quien habló en la lengua guaraní porque no solamente es patrimonio de esta franja norteña de la Argentina sino que, en su época, se extendió hasta gran parte de los países que conforman hoy el MERCOSUR y hasta el Pacto Andino.
Entre los que opinaron sobre esta realidad apreciada en Formosa, estuvieron representantes de unidades académicas del continente, incluida la Universidad Indígena de México, quien tomaron como referencia el orgullo con el que el primer mandatario exponía sus rasgos ancestrales ya que se estima en ese ámbito académico que hay quienes por identificarse con los centros de decisión que habitualmente están en las capitales de los distintos países o en las principales ciudades, arrumban las particularidades y perfiles de su origen.
Las viejas culturas
Se ha señalado, al mismo tiempo, que el haber aprovechado ese ámbito continental compuesto por actores que tienen su antecedente en los orígenes de estos territorios, previos a las conquistas, significaba apelar a un valor básico como la lengua materna como canal se comunicación directa.
También se sumaron aquellos que como el otomí Serafín Bermúdez de la Cruz consignaron que aquellos hombres que hablan públicamente la lengua o el dialecto de los indígenas no están sino poniendo en evidencia que frente al avance de los que propician la integración como forma de apropiación cultural o de avasallamiento de sus tradiciones, asumen que han sido contagiados por las identidades aborígenes que importa para ellos la adhesión a un reconocimiento de sus objetivos, metas y luchas que en este caso quedó sintetizado en la búsqueda de una defensa acérrima de la naturaleza y del medio ambiente.
Quienes conocen a Insfrán rescataron que el mensaje que pronunció esa vez en el nuevo puerto, en la apertura del encuentro cultural indígena, porque entienden que no fue sino la repetición de un modo de ser que exhibe en cada lugar donde le toca actuar, inclusive en los propios círculos y ámbitos de debate locales donde hay quienes todavía intentan menospreciar el acento y el modo de hablar y de actuar de quienes nacieron en estas regiones.
Les quedó claro a ellos que no está sumido en ninguna controversia, esto es ha demostrado que no es pro-indigenista ni anti-indigenista sino un sincero exponente de las particularidades que adornan a quienes han decidido aferrarse a las raíces propias como forma de tener vinculación permanente con el conjunto de los formoseños.
Igualmente incomprendidos
Y en esa línea de pensamiento vinculada con la incomprensión que soportan las naciones y pueblos aborígenes del continente, Insfrán también demostró que la falta de respeto a la diversidad se plantea en todos los campos y sobre todo en un país como la Argentina donde el predominio de políticas centralistas hacen que gran cantidad de estados federales se encuentren ante la difícil coyuntura de hacerse comprender por el poder portuario.
Pero lo que la mayoría destacó, antes de dejar Formosa, fue el hecho de que el gobernador no haya ocultado la fase sentimental de los que habitan estas latitudes, más allá de las responsabilidades y jerarquías que detentan.
Sobre todo cuando habló de la necesidad de ser tratados todos como iguales en el contexto de una determinación histórica que pretende la reconciliación con los pueblos del continente y su trayectoria, en la comprensión que esa actitud es útil para que se motoricen políticas y acciones que promuevan la solidaridad y la paz como base esencial para el resto de los hechos públicos y comunitarios.
También se rescató la espiritualidad de las apelaciones suyas ya que se entendió que el ejemplo de la muralla que separa a los hombres por sus particularidades es la misma que hace que haya un vacío respecto del inspirador de la esperanza y la fé.
Y en ese sentido, coincidieron en que la armonía vale la pena promoverla aunque se trate de una tarea a largo plazo y pese a que en la evolución de ese proceso se trate de enfrentar diferencias de lengua, credo, religión y color de piel, es decir desde el respeto mutuo y la recuperación de los valores esenciales, sobre todo aquellos que afirman la identidad cultural merituada como sólida para evitar el avasallamiento de expresiones foráneas que desvirtúan la razón de ser de los habitantes del continente y pueden confundir a quienes tienen la responsabilidad de conducirlos.
Fuente: Corrientes Noticias
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