Azkintuwe, 12 de julio, 2011.- Un estudio realizado a fines del año 2010 y al cual tuvo acceso el periódico Azkintuwe da cuenta de los graves efectos psicológicos provocados por la represión policial en niños mapuche de la provincia de Arauco.
El estudio, denominado "Diagnóstico Situación Mental de Niños del Jardín Infantil Pichi Ayen", fue elaborado por la Unidad de Salud Intercultural del Servicio de Salud de Arauco y buscaba determinar los niveles de estrés que presentan los niños tras los continuos allanamientos policiales a sus comunidades.
El jardín infantil Pichi Ayen se encuentra ubicado en el sector de Ranquilhue, en el extremo norte de la comuna de Tirúa y poblado exclusivamente por mapuches que viven en las cercanías del lago Lleu Lleu.
Ocho fueron los niños examinados por la educadora de párvulos del jardín infantil y personal de salud de Arauco. Las conclusiones de los profesionales resultaron lapidarias.
"Los niños y niñas se han visto expuestos a situaciones altamente estresantes, que por efecto acumulativo puede generar síntomas de trauma o de trastornos del ánimo, alteraciones conductuales, de la dinámica familiar, entre otros; con el evidente impacto en el bienestar psicosocial y ubicándolos en una situación de vulnerabilidad del normal proceso de desarrollo", señalan.
Se establece que los niños han estado expuestos a diversos acontecimientos traumáticos en que ha vivenciado "la situación como amenazante a la integridad física de ellos y sus familias, reaccionando con temor intenso y comportamientos agitados, ansiosos y desestructurados, en el contexto familiar y escolar".
Dichos acontecimientos son "reexperimentados persistentemente, a través de juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma".
Se destaca, en este ámbito, el modo en que los niños evaluados entienden la palabra “Carabinero” o “Paco”, presente en juegos donde ellos asumen dicho rol y lo asocian con actitudes agresivas y violentas contra quienes asumen el rol de “mapuches”.
"Ellos perciben a Carabineros como un término que persigue, agrede y mata mapuches", concluyen los autores del estudio. “Al momento de que deben optar por juguetes, quienes lo hacen con pistolas asumen automáticamente el rol de paco”, agregan.
Del mismo modo el equipo describe haber observado “reacciones de temor ante la presencia de carabineros y vehículos policiales, con expresiones y exclamaciones del tipo ¡¡“los pacos”!!.
Se trata de conductas evitativas donde ante la presencia policial, los niños corren arrancando al interior del establecimiento, e inclusive se esconden bajo la mesa y quedan hipervigilantes por las ventanas.
Quien juega con pistolas asume el rol de “paco” y agrede, persigue y/o verbaliza matar a un mapuche; e inclusive un niño que advirtió a la “Tía” que si lo retaba él llamaría a los “pacos para que la mataran”.
Los profesionales entrevistaron además al entorno familiar de estos ocho niños donde se descubrió que los infantes habían presenciado violentos allanamientos realizados por la policía.
“Tras estos hechos, los niños empezaron a tener reacciones de angustia y temor hacia Carabineros, por la posible separación del núcleo familiar por las detenciones que realiza la policía y el miedo de que sus progenitores puedan ser asesinados”.
A continuación, algunos de los testimonios recogidos por los profesionales del Servicio de Salud de Arauco:
D.R.P. de 04 años presenció allanamiento hace año y medio. Relata su abuela:
“Él presenció allanamiento en la casa de una tía, botaron a todos los niños al suelo, con las armas, encapuchados, con chalecos antibala, no respetaron nada y se llevaron a un primo”. “Llegaron de noche rodearon la casa y alumbraban con focos. Después fueron otro día a dejar una citación y le regalaron chocolates. Él no se los comió, me preguntó si estarían buenos y después se los regaló a los hermanos”. “Desde entonces se asusta con carabineros, dice que los pacos mataron a su papá (Padres separados), tiene miedo de que le hagan daño”.
“Esta pendiente de todo lo que sucede, tiene problemas para dormir, despierta con el ladrido de los perros en la noche, está muy garabatero y agresivo, está celoso de su hermano, dice: “le voy a decir a los pacos que vengan a matar a Lucas (Hermano)”. Ahora tartamudea, se le han olvidado palabras, duerme con la mamá, Él antes no era así”. “Juega a que es paco y mata pollitos con un palo o lo pisa y dice soy paco soy malo. Antes el decía que era wuinka, ahora dice que es mapuche, aprendió a decir wuinka trewa”, relata su abuela.
Relato de A.S.H. de 4 años:
“No le diga a mi mamá que voy mirando para atrás cuando vamos para la casa, yo voy viendo que no vayan los pacos”. “No me gusta jugar con los pacos, son malas personas, los pacos toman a gente en la tele, no quieren a los mapuche, a mi me quieren mis perros, ellos los muerden, se llaman Guardián y Moisés”. Relato de la madre de A.S.H, de 4 años: Ella siente miedo cuando pasa cerca de carabineros, todavía tiene problemas para dormir, despierta en la noche llorando, dijo: los pacos le dispararon a mi papá en un ojo (Su padre perdió uno en un baleo).
Consigna el estudio que el tratamiento psicoterapéutico debe ser abordado desde dos perspectivas. La medicina occidental y la cultural mapuche, con los recursos protectores propios en las comunidades y sus sabios en términos de “reforzar la identidad en ellos ante la sensación de vulnerabilidad por ser mapuche; y reforzar la espiritualidad como pilar fundamental de la identidad y familia mapuche, con el desarrollo de rogativas y conversación con sabios, en términos de dar newen y equilibrio a los niños y al territorio”.
Todo ello, concluyen, para liberar la angustia, miedos reprimidos, canalizar la rabia y trabajar en los modelos de la relación niño-familia de estas pequeñas víctimas del terrorismo de Estado.
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Fuente: Azkintuwe: http://www.azkintuwe.org/20110711_002.htm
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